Un café da para mucho. Conocemos a Gema Castellanos; estudiante de periodismo, ilustradora y modelo, para que nos cuente su experiencia en el sector de la moda. Tener un sueño y además el valor de conseguirlo no es fácil, y Gema Castellanos es un claro ejemplo de ello.
Un americano largo, por favor
Cuéntanos Gema; ¿Cuándo empezaste a trabajar como modelo?
Bueno trabajar, trabajar, es cuando cobras por ello, entonces empecé cuando ya me vine desde Motril a Madrid.
¿Cuál fue el primer trabajo remunerado? Que dijiste: “esto ya va enserio”
La primera fue una marca que me contactó por Instagram, yo aún no estaba en agencia, o si estaba, llevaba muy poco. Fue para un catálogo de disfraces de Halloween, pero ni recuerdo las fotos (risas)
¿Siempre quisiste trabajar en moda?
Desde que era muy pequeña le decía a mi madre que quería ser modelo. Era la más alta de mi clase y al principio era algo “malo”. Todo el mundo te dice lo alta que eres y es una repetición muy constante desde pequeña… Tengo fotos posando de niña y me gustaba mucho, pero al vivir en Motril solo podía hacer algunas colaboraciones con fotógrafos. Ahora sin embargo puedes ser modelo desde cualquier parte del mundo. A día de hoy sí que me quiero dedicar a otro tipo de cosas además de la moda. Tengo muchos proyectos aparte.
¿Te has formado de alguna manera para empezar en el mundo?
No, no, y de verdad, yo recomiendo que a las personas que les ofrezcan cursos, no hacerlos; porque para mí son todos un poco timo. Cuando una persona quiere dedicarse a este mundo es normal que la encuentren por algún sitio desde muy pequeña, cosa que a mí no me ha pasado (risas). A muchas modelos las captan desde muy jóvenes. Sí que conozco muchas personas que me han comentado que en alguna agencia le pidieron dinero por un book, cuando a ti no te tienen que hacer pagar nada por estar en la agencia. También cuando empecé me avisaron que no aceptara nunca de esto.
Has desfilado hace poco en la Mercedes Benz Fashion Week Madrid ¿Cómo fue el proceso de selección? A mí llamó mi booker porque Anel Yaos se interesó en mí. Fue todo muy rápido. La Fashion Week de Madrid es grande, pero no tiene comparación con otras ciudades. Se repiten muchas modelos en casi todos los desfiles. Al no ser una pasarela tan grande eres consciente de que se repiten.
¿Qué fue lo que más te gusto de la experiencia de desfilar en la MBFWM?
Es más la sensación. Muchas horas esperando y luego los cinco minutos que estás en la parte de atrás con todas las chicas y chicos, vestidos para ir saliendo, los nervios… Aunque es más tranquilo de lo que parece, pero cuando te va a tocar a ti es como un subidón enorme. Todo pasa muy rápido, no ves prácticamente nada, solo a los fotógrafos que tienes delante.
¿Sientes que hay rivalidad entre chicas en este mundo?
Sí que hay, pero como en todos los trabajos del mundo. Más que rivalidad, es mucho ego. Al trabajar con tu físico y estar acostumbrada a que cien mil personas te hagan fotos al final es normal… De todas formas, hay mucho menos de lo que yo esperaba. Alguna mirada mal de que no te conocen todavía. A mí me habían avisado mucho de esto mundo, y sí que dicen que en desfiles más grandes pasan cosas un poco de película, tipo chinchetas, laxantes; pero a mí nunca me ha pasado nada de eso (risas). Yo soy de Andalucía y sí que noto aquí el ambiente un poco más frio. Pero por lo general las chicas son muy simpáticas. Creo que en todo este mundo creativo nos deberíamos ayudar un poco más entre todos, si uno hace una cosa que lo comparta, y viceversa, y así todos conseguiríamos muchos más.
Suele ser un tema de debate; ¿cómo entiendes el tema de la alimentación trabajando como modelo? Yo hace un año empecé el tema del real food, y no es comer menos, sino comer sano y sin procesados. De por sí, yo tengo una constitución delgada, pero sí que lo noté muchísimo el empezar a comer bien. Sigo comiendo dulces, pero hechos por mí. Además, empecé a ir al gimnasio y lo noté. Tuve un poco de parón, pero ahora estoy de vuelta empezando otra vez. Ayer, por ejemplo, me hice un nocilla real food (risas).
¿Lo notas como una exigencia?
Sí. Lo noto en cuanto a lo que a mí me gusta. A mí me gusta un cuerpo delgado. Cada uno tiene un prototipo de cuerpo dentro de sus gustos. Ahora mismo para cada tipo de cuerpo hay marcas. Hay modelos curvy o modelos con tatuajes. Por ejemplo, yo no me hago tatuajes porque más allá de que me gusten, no me gustan con respecto a la moda, en mi vida personal me encantan.
¿Qué es lo que más te gusta del mundo de la moda?
Lo que más me gusta te diría que es la cantidad de gente que conoces, y que además hace cosas muy diferentes y acabas coincidiendo con ellos en muchos sitios, aunque parezca un mundo muy grande. Y dentro de las sesiones, me encanta la fotografía, me siento con libertad. Trabajan todos muy unidos.
¿Y lo que menos?
No sabría que decirte, pero supongo que lo que menos es que muchas veces sale un canon fijo de belleza y eso quita muchas posibilidades a otros modelos. Últimamente está de moda personas con un perfil pelirrojo y con pecas, cosa que me ha beneficiado, porque a pesar de no ser pelirroja, tengo pecas (risas).
¿Cuáles son tus proyectos aparte de la moda?
Tengo proyectos de ilustración. En principio iba a hacer mi exposición en Motril, pero al final por una cosa y otra, la haré en Madrid en Café Madrid, pero todavía estoy cerrando todo. Cuando acabe periodismo me gustaría hacer cursos de diseño gráfico. Y aparte de eso, hace poco he empezado con unos amigos un canal Podcast. Ahora lo estamos sacando todos los domingos, y bueno, aparte de esto, el trabajo normal con el que vivo (risas).
El Attelier Magazine