Cambió la imagen internacional de la moda española en los años 80 y representó las corrientes y escenas más innovadoras de Madrid y Barcelona. El diseñador alicantino Antonio Alvarado ha sido galardonado con el Premio de 2021 por “abrir el camino a generaciones de diseñadores” y “abordar temáticas sociales que han cobrado una nueva dimensión en la actualidad”.
1976, un joven Alvarado de 22 años recibe su primer encargo. Una colección de trajes de noche influyó y cambió para siempre su forma de vestir y de diseñar. Desde entonces, los cambios políticos y los movimientos artísticos, sociales y culturales inspirarían una obra y una trayectoria que hoy, recibe el Premio Nacional de Diseño de Moda 2021.
El diseñador de la Movida
Para conocer a este artista y sus obras, debemos remontarnos a los años 80, a las calles atestadas y rebeldes del Madrid de la Movida. Porque sí, Antonio Alvarado vivió la Movida y casi podría decirse que la diseñó. Él fue una de las manos artífices de la moda renovada de la España de la Transición. Máximo representante del auge de la moda nacional, su firma y sus diseños se gestaron al calor de un Madrid transgresor y moderno que vería nacer la Pasarela Cibeles (ahora Mercedes-Benz Fashion Week Madrid), de la que sería figura clave. Presentando sus propuestas excéntricas y modernas desde su primera edición en 1984, Alvarado forjaría un camino intermitente de 27 años sobre las pasarelas, pero también sobre las pantallas y los escenarios.
Uniendo moda, música y cine con creaciones irónicas y transgresoras, sus diseños representaron toda una época y toda una estética. Artistas y personalidades del momento, como Alaska, Mecano, Jaime Urrutia, los hermanos Casal, Europe, Bibiana Fernández, Antonio Banderas o la mismísima Demi Moore se enfundaron en sus creaciones. Siempre cercano a la cultura, firmó el vestuario de espectáculos de danza así como de diversas producciones cinematográficas españolas emblemáticas como ‘Las edades de Lulú’, de Bigas Luna, ‘Mujeres al borde de un ataque de nervios’ o ‘Tacones lejanos’, de Pedro Almodóvar. Sus estilismos llegaron hasta las pantallas de los hogares de nuestros padres con programas icónicos como ‘La bola de cristal’ quedando para siempre en el recuerdo de toda una generación, la generación de la Movida.
El enfant terrible de la moda española
El interés por el movimiento cultural que nacía en la capital en esos años se contagió a sus diseños. La prensa internacional lo reconoció y aclamó, llevando sus desfiles por capitales europeas como Berlín, Milán y Múnich. Con la movida fraguada y el milenio a punto de acabar, en 1997 el diseñador puso rumbo a Barcelona. Un nuevo destino y un nuevo capítulo de su vida. De la mano del modista Antonio Miró, Alvarado entró en el circuito de la moda catalana. Empezando una etapa como Presidente de la asociación ModaFAD y fundador de Alivio&Co para la comercialización de sus colecciones. Un año más tarde, él y Globaltex firmaban un acuerdo para la producción de su colección femenina de prêt-à-porter y su comercialización en Europa.
Tras eso, retornó al lugar donde empezó todo, Madrid. Su vuelta a la capital española vino de la mano de su vuelta a la pasarela Cibeles con colecciones como “Excuse me”, “SOS”, “Motel”, “Speed Comfort” y “Cul de sac”. Tras unos años regalando su creatividad y talento a la moda española, Alvarado remató su carrera en la industria con estas últimas propuestas antes de retirarse definitivamente en 2012.
La guinda a toda una carrera
Su firma lleva inactiva más de ocho años, pero eso no le ha impedido ganar el galardón. Considerado como un referente y el creador de la moda de un mundo nuevo, abordó temáticas como la identidad y la sostenibilidad. Su nombre, junto a otros, significó el paso de la Alta Costura a la moda de los años 80. Años a los que seguirían más diseños, más creaciones y más éxitos. Una carrera extenuante y admirable que pronto podremos ver expuesta en el Museo del Traje como una retrospectiva de su vida y trabajos.
Inspirado por el deseo y el desafío personal, sus creaciones son el resultado de viajes, experiencias, colores, sonidos, sentimientos y emociones. Todo ello, unido a la necesidad de expresar su interior materializándolo en algo tangible. Como las páginas de un diario de vida o de un cuaderno de viajes, sus creaciones han colgado de los percheros esperando a ser vestidas para escribir nuevas páginas. Para él, la moda, más que una pasión, es una adicción. Que como si de la nicotina de un cigarrillo se tratara, recorre sus venas con la inspiración, la pasión y el talento de un joven descarado de los 80’s esperando dejar huella. Ahora, su huella quedará impresa para siempre en la moda española.
El Attelier Magazine