BAMBAM, la marca de “anti-moda” que se está abriendo paso con su estilo único y desenfadado. Esta marca nacida en 2017, ha sido descrita como una mezcla entre el pasado, el futuro y todo el universo “cool-tural“; y como dicen ellos mismos, enfocada a personas que simplemente disfrutan vistiéndose de forma diferente a su vecino.
En BAMBAM, el color es la clave y el humor, el ingrediente secreto. El sector de la moda se está poniendo muy interesante en España. Con su enfoque fresco y creativo, BAMBAM está haciendo que la moda sea divertida de nuevo. ¡Es como una fiesta en tu armario! Además, estas prendas no solo te hacen lucir bien, sino que también te hacen sentir bien, porque es una marca ética, local y a pequeña escala.
Y no solo lo pensamos nosotras, esta marca ha ganado el premio MOMAD Talents y ha sido seleccionada para exponer en el Showroom EGO de MBFWM en 2018 y 2023. Prepárate para sumergirte en el mundo de BAMBAM y descubrir por qué hablamos de ella, nos lo cuenta Alba Bambam, fundadora y directora creativa de la marca:
EAM: ¿Cómo y de dónde surge BAMBAM?
BAMBAM comenzó a darme vueltas en la cabeza en 2016, fruto de una pequeña crisis profesional. Yo llevaba años trabajando en moda, pero siempre desde la parte de la comunicación, en medios y agencias. Empezó a pegarme cada vez más fuerte un deseo de ser yo quien crease, en lugar de contar lo que otras personas creaban. Me lancé a la piscina en 2017 y aquí estamos, aunque aún con manguitos (en esta metáfora, manguitos es igual a “compaginar esta actividad con otros trabajos en medios y agencias”).
EAM: Al ver vuestra ropa y el cómo la presentáis, la sensación que te deja es de mucho buen humor, de diversión… ¿Funciona igual a la hora de diseñar?
El humor es para mí un salvavidas y me apasiona el combo que hace cuando lo mezclas con moda. Obviamente no todo es risas cuando te sientas (porque hay que sentarse) a diseñar, pero sí que intento buscar siempre la inspiración en cosas que me diviertan, que me remuevan algo en la tripa más que en la cabeza. Lo de inspirarme en temas más sesudos o “elevados” a la hora de pensar en colecciones de ropa, no es para mí.
EAM: ¿Qué palabras definirían el anti-fashion?
Atemporalidad, claramente. La moda es, por definición, pasajera. Por lo tanto, cuando digo que BAMBAM es una marca de “anti-moda”, me refiero a que hacemos prendas que no buscan ser ni crear tendencia. También es un concepto que tiene mucho que ver con el ritmo y la velocidad. La moda tiene sus calendarios, y cuando no los sigues (porque ni puedes, ni quieres), pues ya estás de alguna manera haciendo “anti-fashion”.
EAM: Habláis de que queréis que vuestras piezas funcionen como un “icebreaker”, para gente que le gusta vestir diferente. ¿Qué es para vosotros la moda?
Pues es justo eso, un medio para expresarte y para conectar con los demás. Me encanta pensar en nuestras prendas como “triggers” (provocación, gatillo) que desencadenan conversaciones en el autobús, en una fiesta, en tu lugar de trabajo… Que alguien se fije en tu camisa y se pare a decírtelo, es algo muy guay. En el peor de los casos te dará mucho buen rollo y, en el mejor, igual hasta es el comienzo de una relación. Esa capacidad que tiene la moda para conectarnos, me flipa.
EAM: Uno de vuestros valores es la producción ética, ¿por qué creeis que esto es un aspecto importante en la producción de moda? ¿Es algo que se promueva en España?
Producir de forma ética y sostenible me parece algo vital. Si arrancas un proyecto a estas alturas de la película, no tiene sentido para mí hacerlo de otra forma. El mundo no necesita más fast-fashion, y España menos todavía. El problema es que aquí el fast-fashion ha calado demasiado y aún hay mucho trabajo por hacer para inculcar un modelo de consumo más sostenible, aunque vamos mejorando. Luego está el tema fiscal, que tampoco es fácil en España para las personas que emprenden, qué os voy a contar.
EAM: Sois una marca joven, ¿cuáles son vuestros objetivos en esta industria?
Conseguir hacernos un hueco en el imaginario, alcanzando a todas esas personas que sí reflexionan sobre lo que compran y dejan de comprar.
EAM: Al bucear entre vuestras colecciones podemos ver que buscáis inspiración en sitios muy diversos de la cultura millennial, los inicios de internet, el cartoon, la tecnología… ¿Hay cabida para los memes?
¡Por supuesto que hay cabida para los memes! Aunque sí es verdad que aquí te enfrentas a la dificultad de encontrar el equilibrio entre la cultura pop del momento y la atemporalidad. Pero definitivamente, sí, sí a los memes.
EAM: Los millennials son la generación del amor propio ¿qué creeis que es lo mejor de vuestra marca?
También somos la generación de la frustración crónica y la baja autoestima. Personalmente soy muy crítica con mi trabajo, pero es verdad que es muy importante saber ver nuestras cositas buenas. Así que venga, voy. Me gusta muchísimo de BAMBAM que transmite muchas cosas con las que me siento muy cómoda e identificada. Todo tiene una coherencia y una solidez que han surgido de una forma muy natural.
EAM: ¿A partir de qué y cómo establecéis esas conexiones entre moda e internet?
Los estampados son un soporte que hemos utilizado varias veces para incluir iconografía del imaginario del viejo internet. También la paleta de color, cuando optas por tonos más saturados, obtienes ese efecto más “RGB” que te lleva de inmediato a este universo. Y, por supuesto, a partir de otros elementos que van más allá de las prendas, como la dirección de arte en los shootings o la comunicación.
EAM: Utilizáis el color como un elemento aunador, y tiene una fuerte presencia. ¿Por qué esta paleta de colores planos?
Esto es algo personal, siento una inexplicable atracción por cualquier tipo de objeto que tenga colores primarios (rojo, azul y amarillo). Y si también tiene rosa, pues ya me enamoro. Creo que hay algo nostálgico, ya que eran paletas muy presentes en los logos, la cartelería y todo lo visual en los 90. Todo lo que tiene esos colores me hace sentir un poco en casa, me hace conectar rápidamente con determinados sentimientos y recuerdos. Me fascina ese poder que tiene el color, y por eso le damos tanta importancia en BAMBAM.
EAM: ¿Qué aspectos de la generación millennial queréis poner en valor a partir de vuestras colecciones?
Nos gusta hacer homenaje a toda la cultura pop de nuestra generación. Tenemos un universo nostálgico muy rico y esto es también un campo de cultivo idóneo para crear conexiones. Lo que veíamos en la tele, lo que escuchábamos en el walkman/discman/mp3, lo que jugábamos en el patio, lo que merendábamos, etc. Eso sí, a veces nos gusta añadir un poso un poco más profundo y reflexivo. Divertido, sí. Vacío, no. Por ejemplo, nuestra próxima colección, que verá la luz en el último trimestre del año, está centrada en un tema más próximo a la salud mental.
EAM: Ter, es la máxima representante de lo que significa ser millennial, ¿alguna vez habéis pensado en hacer una colaboración?
No se nos había ocurrido, pero apertura total a colaborar con ella y con cualquier persona que abandere el millennialismo. Por ejemplo, vestimos a Jordi Cruz (el bueno) y fue un sueño hecho realidad. Con Ter compartimos muchas cosas, entre ellas el amor incondicional por el tándem rojo-rosa.
EAM: Hacéis ropa sin género, sin etiquetas, ¿es algo que se demanda cada vez más? ¿Creéis que habrá más marcas que apuesten por esto?
Creemos que el género es un constructo social que está cada vez más amenazado, por suerte. Ojalá la ropa genderless sea pronto una tendencia generalizada, da la impresión de que va por buen camino pero la herencia cultural del sexismo pesa tanto que, claro, va a costar un rato. Abajo las plantas de “señora” y “caballero”. Y arriba el vestirnos como nos apetezca sin importar lo que puedan pensar los demás.
El Attelier Magazine