Los eventos con el paso de los siglos cada vez han ganado más y menos importancia en diversos aspectos, pero ¿son mejores ahora los bailes de máscaras? A continuación veremos las diferencias entre el baile de máscaras en la Belle Époque y en la actualidad.
Bailes de máscaras en la Belle Époque
Una de las principales características del baile de máscaras en esta época es el hecho de que solo la élite social, es decir, los de más estatus de la sociedad blanca, podía asistir a las celebraciones de disfraces.
¿Cómo lo vivían las mujeres de la época?
Sin duda era un día interminable para todas aquellas mujeres que madrugaban pensando nada más que en bailar. Se preparaban sus grandiosos vestidos que por supuesto, eran nuevos y se colocaban en diversos maniquíes que tenían en la habitación.
Por la tarde, se encerraban con el peluquero, la modista, los maquilladores y sus amigos para vestirse. Este proceso duraba horas, y no faltaban la ansiedad, los nervios y el mal humor.
Este día en sí era muy estresante pero motivador para todas aquellas chicas que posteriormente se convertían en damas, pues no era nada más y nada menos que el día de la introducción en la sociedad. Era un evento social, que incluso se registraría en los principales medios de comunicación de la ciudad.
¿Cómo era la vestimenta?
En ese momento, la ropa ya era más atrevida. El escote era bastante generoso, algunas faldas eran más cortas y permitían ver los pies e incluso distinguir el color de los calcetines. Los vestidos de las mujeres eran ajustados y, aunque predominaba el blanco, abundaban los colores fuertes y llamativos como el rojo o el verde.
¿Y qué hay del baile?
En aquella época todo se basaba en el baile entre parejas. Nada de bailes en grupo como solemos ver hoy en día.
Además, el baile no era sólo el baile en sí. Era el momento en que los cuerpos entraban en contacto. Estos movimientos causaban, con bastante frecuencia, fricciones que estimulaban las zonas erógenas. Las miradas podían expresarlo todo, sin necesidad de palabras.
¿Qué se solía beber?
Los participantes en los grandes bailes bebían principalmente champán, pero también había vino o coñac para los hombres. No era raro que la gente se emborrachara. Era común que al final del día, cuando llegaba la hora de bajar las escaleras, muchas damas tuvieran serias dificultades para alcanzar sus coches.
Actualidad de los bailes de máscaras
Actualmente ya no se ven esos bailes de máscaras que se veían antes, sin embargo, algunos de los bailes de máscaras más populares del pasado todavía se celebran hoy en día. Por ejemplo, si vamos a Italia, durante el Carnaval de Venecia, que se originó en el siglo XIV, podemos ver que aquí durante el carnaval es el baile de máscaras más popular del mundo.
¿Cómo se viven estos bailes en la actualidad?
Obviamente no podríamos hablar de este punto, ya que actualmente no se hace distinción de sexos en este aspecto. Tanto el hombre como la mujer viven estos bailes de la misma forma. Lo ven como una gran ocasión para divertirse con sus amigos, y bueno, coquetear como no de la misma forma en la que se hacía en la Belle Époque, pero sin tanta sutileza.
¿Cómo es la vestimenta?
Como bien se ha mencionado esos bailes se han convertido en el carnaval, y en este evento la gente se disfraza, siendo el disfraz veneciano uno de los más populares de la fiesta. Sin embargo, puedes encontrarte todo tipo de disfraces.
¡Es una fiesta perfecta para disfrazarte de quien tú quieras, o de lo que quieras, pudiendo ser por un día alguien muy diferente!
¿Cómo es el baile?
Es muy distinto. Ya no se basan estos bailes de máscaras en la música clásica, sino en la música actual en la que varían diversos géneros como la electrónica, el pop, el reggaetón, etc. Además, es más típico ver a un grupo de amigos bailando cada uno por su cuenta que en pareja.
¿Qué se bebe?
En aquella época como hemos visto era típico el champán, sin embargo, actualmente ya no hay tanta exquisitez. Se bebe de todo, ginebra, vodka, ron… Mientras antes no se escatimaba en gastos, ahora en la mayor parte de la juventud es más rentable adquirir bebidas alcohólicas baratas para poder así beber más.
Redacción
El Attelier Magazine