La firma de lencería da un paso hacía a la aceptación de cuerpos diversos y pretende dejar atrás las polémicas en las que se vio envuelta en los últimos años, renunciando al estereotipo de extrema delgadez como sinónimo de belleza y apostando por los “cuerpos reales” que promueven el body positive.
Para ello, los ángeles de Victoria’s Secret, cuelgan sus alas para dejar atrás sus desfiles como un hito del pasado, dejando paso a la nueva plantilla activista, protagonizada por siete “mujeres reales” que dan ejemplo con sus trayectorias y con unos valores que van más allá del “90-60-90”. Entre ellas está Megan Rapinoe, la estrella del fútbol, conocida por llevar el pelo rosa, de 35 años y activista por los derechos LGTB Q+; Eileen Gu, una esquiadora acrobática de estilo libre chino-estadounidense de 17 años que participará en las olimpiadas; la modelo birracial de 29 años y defensora de la inclusión Paloma Elsesser, quien fue la mujer de talla 14 que posó para la portada de Vogue 2021; y Priyanka Chopra Jonas, una actriz e inversionista india de 38 años que apoya y defiende programas destinados a la educación y salud de su país.
Todas ellas, de identidades, tallas, razas y edades diversas, están ancladas al movimiento “Positivismo Corporal” y poseen la responsabilidad social de incentivar la aceptación y tratar de conseguir que cualquier persona esté a gusto con su propio cuerpo, además, de dar como obsoleto los cánones de belleza que imponen las marcas de moda o los influencers a través de las Redes Sociales, tal y como, lo reivindica el movimiento.
¿Qué significa body positive o BOPO (su acrónimo)?
Es un movimiento y una corriente de pensamiento arraigada en la creencia de que todos los seres humanos deben tener una imagen corporal positiva. Se sustenta encima de los pilares del Feminismo y del Activismo gordo. Esto por esencia desafía por completo el esquema tan estrecho, la figura tan estrecha y el concepto tan estrecho del cuerpo válido y saludable que la sociedad nos ha enseñado a tener.
¿Qué busca el body positive? Pues su objetivo está claro, lo que busca el movimiento es que nos cuestionemos los estándares referentes de lo que es un cuerpo bueno y, a grandes rasgos, que hagamos las paces con nuestro cuerpo. ¿Cómo surge este movimiento? Aunque el término body positive suene algo novedoso para muchas de nosotras, este término nace como tal en 2007, cuando apareció escrita en uno de los artículos de una revista de moda talla XL como respuesta para combatir al body shamming, movimiento que se centraba en juzgar la apariencia física y minando la autoestima de todo aquel que no tuviera un cuerpo de “top model”.
En 2016, el movimiento hizo eco entre sus seguidores estableciendo una gran comunidad en Internet y fue cuando empezó a ganar terreno en plataformas digitales como Facebook, donde un grupo compartía, por ejemplo, consejos de marcas de ropa inclusivas. Más adelante, a través de Instagram, empezaron a hacerse visibles algunos hashtags que aludían a la causa.
Con el paso del tiempo, el body positive, se empezó a difundir cada vez más y más, a través de artículos de revistas y sitios web “para mujeres”, Redes Sociales y campañas publicitarias y en ciertos medios de comunicación. Allí se discutía sobre los “cuerpos reales”, sobre el dañino ensalzamiento de la cultura de la dieta y la pérdida de peso. También se difundía la aceptación de nuestros cuerpos y el love yourself, es decir, el quererse a una misma sea cual sea tu apariencia física. Todo esto se impulsaba como parte del “empoderamiento” de la mujer. Y fue cuando el gran debate entre body positive y salud se hizo hueco.
Este movimiento creó un gran revuelo, ya que muchas personas creyeron que el promover la aceptación física, era promover la obesidad, pero esto no puede estar más alejado de la realidad. De hecho, el movimiento también lucha contra la obesidad y la anorexia, entre otras, ya que defiende que el bienestar psicológico con nuestro propio cuerpo puede llegar a poner fin a problemas de salud física y mental.
¡Todos de alguna forma tenemos cicatrices, pecas, manchas, celulitis, estrías, acné, etc.! ¡Qué levante la mano quien no tiene! ¡Y no es ningún tabú, es la realidad! La mayoría de los posts que vemos en las Redes Sociales, están retocados. Es por ello, que cada vez se están sumando más seguidores a favor del body positive, para que dejen de retocar sus fotografías y se deje de vender una idea manipulada de la realidad.
Es en este punto, donde los nuevos referentes como en este caso, la nueva plantilla The VS Collective, entran en escena y ejercen una enorme responsabilidad hacia la reconducción de la nueva industria de la moda a una más real y sostenible. Y, por si fuera poco cargar con tal responsabilidad social, estas mujeres han hecho de bote salvavidas para reformar una marca cuyo imperio entraba en declive. Los últimos estudios registraron una fuerte caída de las ventas durante los últimos cuatro años. Hay que destacar que antes de la modificación radical de imagen, Victoria ‘s Secret realizó avances significativos, aunque no fueron suficientes para convencer a una opinión pública tan reticente.
En 2016, la modelo Jasmine Tookes, embajadora de la marca, destacó por haber mostrado sus estrías al natural con tal de normalizarlas. En 2018, como detonante encontramos la baja sintonía que consiguió la más reciente edición del Victoria ‘s Secret Fashion Show con la mitad de los espectadores que se había conseguido en sus desfiles de años anteriores. Debido a ello, la firma decidió prescindir de su icónico evento. A todo esto, se le añadieron polémicas relacionadas con acusaciones de violencia sexual, plagios de los diseños de sus colecciones y la renuncia de uno de sus directivos tras la inclusión de la modelo transgénero Valentina Sampaio a sus filas.
Pero como en todo, dentro de lo malo siempre hay algo bueno, y es que, gracias a la evolución de la marca para lograr sintonizarse a una industria tan cambiante, se ha incrementado una gran cantidad de competidores más sanos que rivalizan bajo la mirada del movimiento body positive y que alegan a la diversidad de cuerpos con un abanico de tallas mucho más real de posibilidades.
Como conclusión, encontramos como gracias a la fusión industria de moda y movimiento body positive se ha conseguido un lavado de imagen para una industria de moda y belleza contaminada a una nueva que se esfuerza por satisfacer a una sociedad más reivindicadora que exige referentes de los cuales cualquier mujer pueda sentirse reflejada. Hoy en día, algunos avances ya son notorios, como el que se haya conseguido que la industria de la moda aumente su paleta cromática, y cada vez son más las tonalidades y modelos de ropa íntima que se adaptan a todo tipo de piel.
Desde el blanco hasta el negro, pasando por el marrón en sus diferentes variantes, así como, la incorporación de más tallas para sus colecciones, pasando desde la XS hasta la XL. También hemos empezado a ver cómo las colecciones son expuestas en maniquíes con todo tipo de medidas, como un reflejo de la sociedad inclusiva de la que no hay que olvidarse. Pese a estos avances tan significativos, no nos podemos relajar, pues aún queda mucho por cambiar.
Ahora bien, después de leer este artículo y descubrir que para pertenecer a este movimiento revolucionario solo te hace falta tener un cuerpo y amarlo, ¿te unes al movimiento?
Por Estrella Ortiz Risco
El Attelier Magazine
