Las novias, junto con su nerviosismo y ansiedad previos a ese momento, suelen pasar por momentos de incertidumbre, dudas, miedos e inseguridades. Los últimos años, muchas de ellas tuvieron que aplazar sus bodas, conscientes de los trastornos que eso supone: modificaciones en el vestido de novia, cambios de fecha en las invitaciones, alteraciones en la organización con los proveedores, etc. Una de las mayores preocupaciones de las novias es cómo transformar su vestido en caso de necesitarlo. Y no solo las que hayan tenido que cambiar la fecha de su gran día. Muchas quieren volver a darle uso a ese vestido tan especial y que no quede en el olvido tras un único uso. Desde Laura Escribano Atelier comparten las soluciones y las claves para transformar un vestido de novia.
Adaptaciones en tu vestido de novia
1. Otoño: El vestido no se modificaría mucho ya que hablamos de diseños de entretiempo, lo que más afecta es cambiar una fecha de verano a una de invierno. Pero, si hablamos de un verano a otoño, en este caso sí que tendríamos que buscar algún soporte, por ejemplo unas mangas, y revisar un poco los tejidos.
2. Invierno: En este caso, si cambia de primavera-verano a invierno tendríamos que añadir algún tipo de prenda más o modificar algunos tejidos del vestido original.
3. Primavera: De primavera a primavera no hay ningún problema.
4. Verano: De primavera a verano, quitaríamos alguna capa. Los vestidos pensados para primavera no tienen gran conflicto de adaptación a otras estaciones.
explica la creadora y modista Laura Escribano.
“Es más conflictivo mover la boda de verano a invierno que de invierno a verano en cuanto a diseño de vestido y look se refiere. Es importante tener en cuenta que todos estos puntos dependen también de dónde te cases. Por ejemplo, no es lo mismo casarse en Canarias que en Madrid. Las islas cuentan con un clima mucho más suave que la capital, es decir, no hay un cambio tan brusco de temperatura entre estaciones”
¿Cómo transformar el vestido de novia?
1. El dónde y el cuándo
En primer lugar, hay que saber y estudiar dónde y cuándo se va a celebrar la boda. En caso de que afecte al dónde y al cuándo, a partir de aquí se realiza un análisis del vestido de novia y se ofrece una propuesta personalizada a cada clienta.
2. El tejido
Se cambia, se añade o se quita. Se cambia un tejido más liviano o más grueso dependiendo del cambio de fecha y lugar, se quita tejido en caso de trasladar la boda de invierno a verano y se añade en caso de pasar de verano a invierno.
3. Los componentes del vestido
Las mangas, los puños o los escotes. Es muy importante saber hacia dónde se va a trasladar la boda. Dependiendo de este factor, se deberían modificar estas tres partes del vestido.
4. Complementos
Boleros, capas, abrigos o chaquetas. Es decir, se pueden agregar prendas extra si la boda se traslada de primavera-verano a invierno.
Por otro lado, si quieres transformar tu vestido de novia para seguir usándolo una vez pasado el gran día, puedes contar con la ayuda de una estilista que le dé una vuelta. Una opción es hacerlo en dos piezas y poder usar la parte de arriba como top. Si la falda es una de estas clásicas y con caída, también puedes dejarla para alguna ocasión especial, combinada con una parte de arriba en contraste. Si no quieres dejarlo en blanco, ¿por qué no apuestas por teñirla? Y siempre puedes cortar tu vestido de novia, quitarle cola y enaguas y dejarlo listo para lucir en un evento importante.
¡Mucho ánimo y a pensar en tu gran día con ilusión!
El Attelier Magazine