“No sé qué ponerme” ¿Te suena? Una expresión que todas hemos escuchado o pronunciado y que nos acompaña temporada tras temporada como una maldición. ¿Cómo puede ser que con la cantidad de ropa que tenemos, nunca sepamos qué ponernos? Construir un buen fondo de armario es primordial para tener las prendas adecuadas y deshacernos de esta frase para siempre.
Quizá hayas escuchado el término ‘armario cápsula’, un fenómeno que ha ido ganando fuerza en los últimos años y que se fundamenta en la construcción de un buen fondo de armario con prendas básicas y atemporales acordes a tu estilo y forma de vida. Si no las tienes quizá debas replantearte cómo estás escogiendo la ropa que compras y cambiar tus hábitos de consumo. ¿Las claves? Te las enseñamos.
Fitting
Si alguien sabe qué te queda bien, eres tú. Y si no lo sabes, la cantidad de libros y tutoriales online que hay para descubrirlo es abrumadora. Lo primero es identificar tus características físicas así como tus gustos personales y necesidades y conseguir aunar todas ellas en las prendas. La prenda en cuestión, el corte y los colores se deben adaptar a tu complexión, figura y, más importante aún, a tu talla. Una prenda que nos resulta incómoda o sentimos que no nos queda bien está condenada a quedarse en el fondo del armario para siempre, pero no en el buen sentido. Dedícale tiempo a descubrir qué te gusta, qué te queda bien, qué quieres y qué necesitas y no lo pierdas de vista.
Funcionalidad
Tu ropa debe adaptarse a tu vida, eso incluye tu trabajo, tus hobbies… Por lo que es primordial que sea útil para ti y cubra tus necesidades de vestimenta. De nada sirve que inviertas en tacones si no los aguantas o en trajes de oficina si teletrabajas. Construye tu armario de la misma forma que se construye tu vida y tu día a día, sé realista y, ante todo, funcional. Otro punto importante es que la prenda nueva sea combinable con otras (sino todas) de las cosas que tienes en el armario. La funcionalidad de poder combinar todas tus prendas entre sí te dará infinitas posibilidades y combinaciones interminables y cuando te quieras dar cuenta ya habrás olvidado la frase de la que hablábamos… ¿Cuál era?
Básicos
Un lienzo en blanco es la mejor forma para empezar, en pintura y en moda. Pero no hace falta que te limites a este color. La idea es partir de prendas básicas, de colores lisos, sin dibujos, estampados, materiales o características marcadas que destacan y resaltan excesivamente. Escoge clásicos, apuestas seguras, no tienen que ser aburridos, puedes buscar tu toque personal en detalles como un corte original o un color interesante. Se trata de no excederse y buscar los neutros. Blancos, negros, marrones y nudes son colores que combinan con todo y siempre quedan bien, pero si te gustan los rojos, rosas o azules, adelante. Eso si, siempre en los mismos tonos. Un jean, una camisa, camiseta y suéter básicos, un blazer, un pantalón de vestir, una falda, un LBD, un vestido lencero largo, una gabardina o cazadora y un abrigo de invierno. ¿Zapatos? Unas bambas blancas, un stiletto y un par de botas, no necesitas nada más (y lo sabes). El hecho de que sean prendas tan básicas y neutras te permitirá jugar con ellas en cada uno de tus estilismos de forma armoniosa.
Atemporalidad
Si por algo se caracteriza un buen fondo de armario es porque las prendas que lo componen, no están sujetas a las tendencias. Aunque un tie-dye o un forrado de lentejuelas pueda parecer muy atractivo, no es atemporal. Las modas son pasajeras e invertir en una prenda que hoy se lleva y mañana no, no es la mejor inversión. Porque hoy te lo querrás poner y mañana no y esa prenda contribuirá al grosso del montón de “no sé qué ponerme”. Darse un capricho de vez en cuando no es un crimen y si algo te encanta y sabes que lo usarás, adelante, pero no dejes que esa sea la tendencia ganadora. Mente fría y recuerda los puntos 1 y 2.
Calidad
En lo que a un buen fondo de armario se refiere, la calidad prima sobre la cantidad. Es mejor tener diez prendas buenas, cómodas y duraderas, que treinta prendas mediocres. El armario cápsula es parte de un consumo responsable y sostenible, no solo con el medio ambiente, también con tu economía. Las rebajas pueden ser tentadoras, pero precisamente por ello, sólo te llevarán a consumir descontroladamente y adquirir prendas innecesarias e irrelevantes. Hay veces que invertir en una buena prenda de la que nos encanta todo (y que cumple con todo lo anterior) vale la pena. Menos es más y a veces mejor.
Ahora piensa, sabiendo esto, si lo perdieras todo y tuvieras que rehacer de 0 tu armario ¿qué comprarías? Esa es la clave para un buen fondo de armario.
El Attelier Magazine
