Después del lanzamiento de la crema de cacao realfooder de Carlos Ríos, y de su consecuente polémica con la “industria de los ultraprocesados”, nosotras nos preguntamos cómo distinguir realmente una buena crema de cacao (o de cacahuete, almendra, avellana, etc.) de otra que no lo es. Por eso, hoy queremos hablar de ello para que aprendas a saber en qué fijarte y, así, distinguir un producto de calidad.
El etiquetado
En primer lugar, es fundamental que sepas leer y entender el etiquetado de un producto. Tener consciencia de los diferentes porcentajes, de lo que es bueno y lo que es malo, cambiará de lleno tu alimentación y, por ende, tu estilo de vida.
Por ejemplo, los alérgenos (aquellos ingredientes que pueden derivar en alergias en ciertas personas) deben aparecer en negrita o en una tipografía distinta, y el origen de los ingredientes debe estar presente. A la derecha de los porcentajes, tendremos el CDO (cantidades diarias orientativas), que representa la cantidad nutricional diaria recomendada para un adulto.
Siempre tendrás el valor nutricional porcentual expresado por cada 100 gramos. Así, podrás saber el número de kcal, proteínas, azúcares, etc. que estarás consumiendo, dependiendo de la cantidad que tomes. Pero es importante que no te obsesiones con las calorias, ya que la falta de éstas no implica que el producto sea saludable. La clave es fijarnos en la calidad nutricional de los ingredientes.
En este sentido, debes saber que los ingredientes se mencionan, en orden, de más abundante a menos. Así, un producto donde se mencione ‘azúcar’ en primer lugar, quiere decir que tendrá azúcar como principal ingrediente.
Hay muchas barritas energéticas en el supermercado que se nos venden como un snack saludable para tomar entre horas. Solo hace falta mirar el etiquetado para darnos cuenta de que no es así. El primer ingrediente es chocolate con leche, del cual el principal ingrediente es el azúcar y, después, la manteca de cacao. El procentaje de cereales es de un 24%, muchísimo menor al 74% del chocolate con leche (cuando se nos había vendido que sería una barrita de cereales bañada en chocolate con leche, y no al revés). También vemos que contiene fructosa, un tipo de azúcar. Pues bien, podemos ver más abajo que, de 100 gramos, 14 son grasas saturadas (grasas malas para la salud, a diferenciar de las grasas buenas) y 41 son azúcares (la OMS recomienda tomar 25 gramos como máximo al día).
Como ves, es importante saber interpretar esta información y no dejarte llevar por el envoltorio o el nombre del producto, ya que suele ser puro marketing.
Ingredientes de la crema de cacao
Los principales ingredientes que debería tener una crema de cacao “saludable” serían avellanas, cacao puro, AOVE (aceite de oliva virgen extra) o aceite de coco, leche (puede ser vegetal para los intolerantes) y un endulzante natural, como los dátiles o la miel. Pues bien, productos como la Nutella o la Nocilla, por muy ricos y adictivos que sean (lo son, y mucho), dejan mucho que desear en cuanto a sus ingredientes.
De nuevo, el azúcar y la manteca son los principales ingredientes, seguido de un porcentaje muy pequeño de avellanas (13%), e incluso menor de cacao (7,4%). De 100 gramos, además, 11 son grasas saturadaas y 56,8 (¡más de la mitad!) son azúcares.
Tampoco optes por la versión “sin azúcares añadidos”, ya que lo que quitan de una parte, lo añaden de otra.
La cantidad de azúcares se reduce en su gran mayoría (sólo un 5,5 gramos de cada 100), pero ahora aparecen los polialcoholes (44 gramos de cada 100), en este caso en forma de maltilol y glicósidos de esteviol o Stevia. Estos son edulcorantes que, en grandes cantidades, sientan fatal al intestino, produciendo efectos laxantes, gases, etc. Además, genera una mayor ansiedad por la comida al tener apenas calorías. Es decir, que sigue habiendo un endulzante artifical perjudicial para la salud, por mucho que eliminen los azúcares añadidos. Por si fuera poco, la cantidad de avellanas es incluso más pequeña (un 4%).
El problema de los azúcares, además, es que producen un efecto de subidón rápido (cuando sube la glucosa en sangre) y, a la hora y media aproximadamente, sufres un bajón y te empiezas a sentir descentrado, irritable, nervioso, hambriento… Entonces, crees que necesitas una galleta o algo azucarado para que te devuelva a la situación anterior, y entras en un estado de adicción al azúcar.
Diferenciemos, también, entre azúcares añadidos (jarable de glucosa, fructosa, sacarosa, dextrosa…) y azúcares presentes de manera natural en castañas, dátiles, etc. Estos últimos son una opción más natural y saludable pero, eso sí, también necesitamos estar pendientes si están triturados o en forma de pasta, ya que se convierten en azúcares libres y suben el índice glucémico.
¿Existen opciones saludables?
Es difícil encontrar opciones saludables de la crema de cacao. Por un lado, los supermercados están llenos de ultraprocesados que están lejos de ser saludables y, por otro, no deja de ser un dulce que te alejan de tomar alimentos de una mayor calidad nutricional, como la fruta. Pero sí que existen opciones mucho más saludables que las anteriores, que podremos tomar de manera ocasional sin remordimientos. Ten en cuenta que son más difíciles de adquirir y más caras, pero merecen la pena.
Por un lado, estamos deseando probar la crema de cacao de Shukran con Carlos Ríos que, a pesar de la polémica, ofrece una versión mucho más interesante y beneficiosa que las que estamos acostumbradas a ver (además de ser sin gluten y apta para intolerantes). La marca Natruly nos encanta y su crema de cacao y avellana es una gran opción para los paladares más dulces. La crema de cacao y avellanas de Ambrosia, por otro lado, es bastante diferente al sabor tradicional de la Nutella, pero acabarás igual de fascinada y con la consciencia tranquila.
Hay más opciones y distintas variantes en el mercado. Te invitamos a que investigues por tu cuenta y tengas en cuenta los etiquetados a partir de ahora. Para vivir un estilo de vida más saludable, altérnala con cremas de frutos secos, como la de almendra o la de anacardo. Si tienes el paladar dulce, no tienes por qué olvidarte de éste. Pero sí sé consciente de lo que comes, y que no te vendan la moto.
El Attelier Magazine