Sí, probablemente ahora te hayas quedado con cara de…what?! como nosotras cuando nos enteramos, pero si tienes problemas de tiroides deberías tener en cuenta determinadas cosas antes de usar cremas reductoras, ya que podrías estar haciéndolo mal y por querer reducir contorno o eliminar celulitis, estés poniendo en peligro tus hormonas. Hablamos con Estíbaliz Lancha, farmacéutica y creadora de Mi Rebotica.
¿Cuál es el efecto de las cremas reductoras para personas con problemas de tiroides?
En personas con problemas de tiroides es fundamental conocer la composición e ingredientes de las cremas reductoras; ya que, ingredientes como el Fucus, que es un extracto ampliamente utilizado por su capacidad lipolítica, contienen una elevada carga de yodo que, si se produce absorción a torrente sanguíneo, puede producir estimulación directa del tiroides o alteración en la regulación de esta glándula en las personas que siguen tratamiento. Nos cuenta Estíbaliz cuando le comentamos que estamos seguras de que entre toda la información que tenemos sobre las cremas reductoras, pocas son las que tienen el conocimiento real de el efecto que éstas causan en personas con problemas de tiroides.
Y no es un problema exclusivamente unidireccional, ya que las personas diagnosticadas con alguna alteración de la tiroides no suele recibir esta información. Pero empecemos por el principio. Cuando nos disponemos a empezar un tratamiento reductor, tenemos que tener en cuenta que hay dos tipos de grasa: la parda y la blanca. Y querida amiga, no te interesa perder de las dos.
La grasa blanca es un reservorio de energía, una acumulación de ácidos grasos que, en caso de necesidad, se metabolizan para obtener glucosa para las células. Esta grasa es la mayoritaria y supone el 20-25% del peso del cuerpo.
La grasa parda, en cambio, tiene como principal función la termogénesis, es decir, generar calor en respuesta al frío exterior. En esta generación de calor, este tipo de grasa consume energía, de ahí que se estén llevando a cabo estudios para forzar la conversión de grasa blanca en grasa parda, ya que mientras que 50 gramos de grasa blanca acumulan 300 Kcal de energía, la misma cantidad de tejido adiposo pardo es capaz de quemar esa misma cantidad de kilocalorías en 24 horas. Se llama grasa marrón o parda a causa de su coloración, en contraposición con el color amarillento pálido de la grasa blanca.
Una vez tengamos esto claro, toca elegir tratamiento. Estíbaliz nos recomienda uno que combine crema efecto frío y efecto calor, pero por separado. ¿Cómo? La pauta es bastante sencilla: aplicamos el efecto calor con un masaje lo más intenso posible. A los 10 minutos notaremos que la piel empieza a enrojecerse por el efecto vasodilatador del producto. Una vez que ha pasado ese tiempo aplicaremos el efecto frío, también con masaje, aunque este ya no necesitamos que sea tan intenso.
¿Cómo funciona realmente la combinación de efecto calor y efecto frío de las cremas reductoras?
Nuestro Quemagrasas efecto calor tiene función lipolítica e inicialmente estaba formulado para celulitis nodulosa, que es aquella en la que la acumulación de grasa se presenta en forma de pequeños nódulos duros; en cambio nuestro Quemagrasas Efecto Frio tiene una formulación drenante, ya que esta pensado para celulitis edematosa (aquella en la que hay edema y retención de líquidos). Cuando combinamos los dos productos lo que conseguimos es un efecto mucho más rápido y potente, de tal manera que con el uso diario, en tan sólo 15 dias ya podamos apreciar diferencias en la piel a simple vista.
Y para que el tratamiento en casa sea casi como el que te realices en un dentro de estética, nos planteamos si es mejor hacerlo con un masaje de manos o usar un masajeador, como este cerámico que ofrece Mi Rebotica.
Las manos son herramientas muy adecuadas a la hora de realizar un masaje, aunque es cierto que, para que sea realmente efectivo, es necesario conocer las técnicas de masaje manual y drenaje, además de mantener una presión elevada para movilizar la grasa durante todo el proceso, cosa que suele ser difícil si no somos profesionales que están acostumbrados a este tipo de tarea. De ahí que nuestra recomendación sea utilizar un masajeador, ya que nos va a permitir ejercer una mayor presión sin cansarnos, además de, por su forma, movilizar mejor las zonas de celulitis más dura.
Pero nosotras queremos ir más allá y como nuestras madres dicen: más vale prevenir que curar, le preguntamos a Estíbaliz si hay alguna manera de hacer este tratamiento desde dentro como preventivo o como complemento al uso de cremas. Una vez que la celulitis está instaurada lo ideal será hacer un tratamiento dual, es decir, tanto por fuera como por dentro. Utilizaremos productos que nos ayuden a estimular el metabolismo lipídico, como puede ser el wakame o el té verde; y por otro lado, drenantes que nos ayuden a mejorar la circulación y eliminar la retención de líquidos con ingredientes como cola de caballo, ruscus y ortiga. Nos comenta la farmacéutica.
¿Cuál es el efecto del alga wakame en el tratamiendo reductor?
El alga wakame pertenece a la familia de las algas pardas, y es muy rico en un carotenoide llamado Fucoxantina. Este carotenoide hace que las células de grasa blanca comiencen a comportarse como células de grasa parda consumiendo así energía. Es un proceso lento en su instauración, los resultados comienzan a obtenerse a partir del tercer mes de uso, pero se mantendrán luego en el tiempo.
Además es un muy buen protector hepático y cardiovascular y mejora la sensibilidad a la insulina.
La solución de las cremas reductoras de Mi Rebotica
La firma presenta una gama amplia de anticelulíticos y reductores, los originales (Efecto calor, efecto frio y reductor abdominal) sí que contienen fucus por su efectividad; pero también el Quemagrasas Alta Tolerancia pensado para las personas con patología tiroidea, en el que se ha sustituido el fucus, por una combinación de fisetina y frambinona de frutos rojos, que también confieren una alta capacidad lipolítica, que junto al resto de la formulación nos aseguran la eficacia.
Una solución natural para tu tratamiento con cremas reductoras.
El Attelier Magazine