Así como hay cientos de artículos dedicados al acné en adultos, también hay cientos de casos de mujeres y hombres que viven su día a día con este tema, sin dar aún con la solución acertada. Por eso a modo “flash”, como tu vida, aquí te contamos las causas y el tratamiento del acné en edades adultas.
¿Cómo afecta emocionalmente?
Más allá de ser un problema dermatológico, puede tener un impacto significativo en la salud emocional y el bienestar psicológico de una persona.
Autoestima y confianza: las lesiones visibles en la piel pueden hacer que las personas se sientan avergonzadas, inseguras y autocríticas. Esto puede llevar a una disminución de la confianza en situaciones sociales, escolares o laborales, afectando la forma en que una persona se percibe a sí misma y cómo se relaciona con los demás.
Ansiedad y estrés: especialmente cuando se enfrenta a situaciones en las que se teme ser juzgado o ridiculizado por la apariencia de la piel. La ansiedad social puede ser un desafío para quienes tienen acné, generando preocupaciones constantes sobre cómo se ven y cómo son percibidos por los demás.
Depresión y aislamiento: la carga emocional de lidiar con una afección crónica puede resultar abrumadora y llevar al aislamiento social. Los sentimientos de vergüenza y desesperanza pueden afectar las relaciones interpersonales y disminuir el interés en actividades que antes se disfrutaban.
Bullying y estigma social: las bromas o comentarios despectivos por parte de amigos, compañeros de clase o incluso extraños pueden causar un gran daño emocional. El estigma social asociado al acné puede llevar a sentimientos de vergüenza y culpa, perpetuando un ciclo de aislamiento y baja autoestima.
Impacto en la calidad de vida: el impacto emocional del acné puede tener repercusiones significativas en la calidad de vida general de una persona. Puede afectar el rendimiento académico o laboral, la toma de decisiones y la participación en actividades sociales o recreativas.
Es importante comprender que el acné es una condición de la piel y no define ni la belleza ni el valor de una persona. La apariencia no es un reflejo directo de lo que una persona es en realidad, y todos tienen sus propias características únicas, incluido el acné.
Aceptarlo y no avergonzarse de tenerlo es un paso importante. Al abrazar esta característica de la piel, se está abrazando la propia individualidad y autenticidad. El valor real de una persona no está relacionado con su apariencia externa; más bien, se encuentra en sus cualidades internas, habilidades y personalidad.
Es fundamental construir un entorno comprensivo y libre de juicios. Ofrecer apoyo y empatía a quienes padecen acné crea un ambiente seguro donde las personas se sienten aceptadas y valoradas por lo que son. Esto contribuye al desarrollo de una autoestima sólida y una imagen corporal positiva.
Causas del acné en adultos
- Acné juvenil no tratado durante la adolescencia y que se ha desarrollado hasta convertirse en un acné más inflamatorio y localizado en zonas de mayor impacto hormonal como son el cuello, las mandíbulas y con menor frecuencia las mejillas.
- Cambios hormonales: los desequilibrios hormonales, como aquellos asociados con el ciclo menstrual, el embarazo, el uso de anticonceptivos o la menopausia, pueden desencadenar brotes de acné.
- Productos cosméticos: el uso de ciertos productos cosméticos o maquillaje puede obstruir los poros, lo que conduce a la formación de espinillas o brotes de acné.
- Factores dietéticos: aunque no está claro en todos los casos, algunos alimentos con alto índice glucémico o alimentos grasos pueden desencadenar brotes de acné en algunas personas.
- Medicamentos: algunos medicamentos, como los corticosteroides, los antidepresivos o los anticonceptivos, pueden causar acné como efecto secundario.
- Factores genéticos: la predisposición genética también puede desempeñar un papel en la propensión de una persona a desarrollar acné.
Factores diarios que empeoran o favorecen su aparición
- Tabaco.- Lo más sexy ahora es marcarse un running, padel o yoga.
- Alimentación poco equilibrada.– Encuentra la armonía con un detox.
- Exceso de grasas y carbohidratos.– Aprende a llevar una dieta con conocimiento de macronutrientes.
- El estrés.– No lo reserves, ¡expúlsalo! ¿nos apuntamos al gym?
- El uso de cosméticos inadecuados.– Mira nuestras recomendaciones.
- La contaminación.– ¡Podemos visitar la sierra este finde!.
Tratamiento para eliminarlo
Existen diversos tratamientos para mejorar el acné, y su efectividad puede variar según la causa subyacente. Aquí te menciono algunos tratamientos comunes:
- Productos tópicos: geles, cremas o lociones que contienen ingredientes como peróxido de benzoilo, ácido salicílico, ácido glicólico o retinoides pueden ayudar a desbloquear los poros, reducir la inflamación y prevenir nuevos brotes. La marca The ordinary ha sacado varios productos muy atractivos en este tema, económicos y efectivos.
- Antibióticos tópicos u orales: en casos de acné moderado a severo, los médicos pueden recetar antibióticos para controlar las bacterias y reducir la inflamación. Pueden administrarse en forma de cremas, geles o pastillas.
- Anticonceptivos orales: para mujeres con acné relacionado con cambios hormonales, los anticonceptivos pueden ser efectivos al regular las hormonas y reducir el acné.
- Terapia con láser y luz: los tratamientos con láser o luz pueden dirigirse a las glándulas sebáceas y reducir la producción de sebo. También pueden reducir la inflamación y matar las bacterias que causan el acné.
- Peelings químicos: estos tratamientos implican la aplicación de una solución química en la piel que elimina las capas superficiales, mejorando la textura y disminuyendo la obstrucción de los poros.
- Terapia hormonal: en algunos casos de acné hormonal severo, los médicos pueden recetar medicamentos hormonales específicos, como espironolactona, para equilibrar las hormonas.
Es importante consultar a un dermatólogo para determinar el tratamiento más adecuado según el tipo y la gravedad del acné, así como cualquier condición médica subyacente. El tratamiento puede variar según cada persona y su situación específica. Sin embargo nada de esto será útil si no llevas a cabo una buena rutina específica para eliminar el acné:
- Limpieza de día y de noche, con jabones suaves. Sobre todo cuando regresas a casa y retiras el maquillaje y las partículas de contaminación que hayan podido quedar en tu piel durante el día.
- Perfeccionar la limpieza con agua micelar. Preferentemente aquellas indicadas para pieles grasas con tendencia acneica.
- Por las mañanas antes de salir de casa y en función de si existen o no los indeseados brillos que tan poco gustan, debemos aplicar vitamina C en formato oil free y un fotoprotector para pieles grasas o bien aquellos productos matificantes (contienen ingredientes reguladores de grasa, como el zinc y componentes extraídos de las frutas) que eviten la aparición de brillos durante unas horas.
- Por la noche, tras la limpieza, aplicaremos el tratamiento indicado para tratar el acné y si no tenemos ninguno indicado, un cosmético antiedad que contenga en su fórmula alfa-hidroxiácidos y/o ácido retinoico.
Estos son los consejos de la Dra. Cristina de Hoyos, dermatóloga y directora técnica de Clínicas Ceta, sobre el acné en edades adultas. Ante cualquier duda, lo ideal es que acudas al dermatólogo, quien podrá indicarte qué tratamiento es el más adecuado en tu caso.
En el Attelier Magazine nos encantaría que compartas los trucos que te han servido y/o las dudas que tengas. Y recuerda, superar esa vergüenza y aprender a aceptar el acné es un paso importante hacia el crecimiento personal y la salud mental. Reconocer y resaltar las cualidades internas y los logros personales es mucho más significativo que preocuparse por imperfecciones de la piel.
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