Se ha hecho viral en Reddit un comentario de un usuario que planteó: “Dicen que el dinero habla pero la riqueza susurra’“. En medio de las discusiones sobre “old money” y “new money”, surge una estética en pleno auge que merece nuestra atención ( sobre todo después del éxito de la serie Succession). Esta tendencia se caracteriza por una idea simple pero poderosa: el lujo silencioso.
Mientras que el Y2K ha estado inundando las calles, otra sección de la población se ha dedicado a huir de lo escandaloso hacia algo más tenue. Cuando hablamos de lujo, generalmente distinguimos dos: el lujo llamativo, que nos grita en la cara con logos enormes y colores estridentes, y el lujo silencioso, que prefiere la discreción.
Podemos relacionar esta vertiente con la del normcore. Se originó en los años 90, pero se popularizó en la década de 2010 como una reacción a la cultura de la moda rápida y el consumismo desmedido. Su enfoque está en lo básico y lo simple, despojándose de los elementos barrocos y destacando la comodidad y la funcionalidad. Camisetas blancas, jeans de corte recto, sudaderas con capucha y zapatillas deportivas… ya sabes, Hailey Bieber.
En paralelo, el concepto del lujo silencioso se ha hecho eco en calles y pasarelas. Se trata de un enfoque diferente al que estábamos acostumbrados, ya que persigue la exclusividad a través de la discreción en lugar del exceso. Quienes adoptan este estilo no sienten la necesidad de mostrar ostentosamente que están consumiendo lujo, porque las personas que aprecian este tipo de prendas reconocerán de inmediato su calidad. El lujo silencioso se enfoca en la elegancia y la sofisticación sin necesidad de alardear de la marca o el precio.
Aquí, los tejidos exquisitos como el cashmere y el cuero son los protagonistas, y se valora la artesanía y la confección cuidadosa. No es necesario que te gastes una millonada en cada prenda, pero sí se ha de valorar la calidad de la misma. Se trata de volver a lo clásico, a la mentalidad de nuestros abuelos. En definitiva, comprar menos y comprar mejor. La paleta de colores se inclina hacia tonos neutros y sobrios, como el blanco, el negro, el gris y el azul marino, lo que contribuye a crear una estética atemporal y versátil.
Minimalismo frente al maximalismo
Se presenta como la antítesis del maximalismo en el sector del lujo. El lujo silencioso se inspira en el minimalismo, pero va más allá. Si bien comparte paleta de colores y una estética despojada de adornos innecesarios, se distingue por su enfoque en la durabilidad. Las marcas que siguen esta estética se preocupan por la calidad y la sostenibilidad de sus tejidos, así como por el patrón y el ajuste perfectos de sus prendas.
En eventos como la Semana de la Moda de Nueva York, se ha observado cómo numerosas marcas han adoptado este enfoque discreto y de bajo perfil en sus diseños. Bottega Veneta, Fear of God, Toteme y Loro Piana son solo algunas de las marcas que han apostado en sus colecciones por una elegancia sutil, con cortes y materiales de alta calidad, y un enfoque en acabados impecables. De hecho, en el Coachella de este año hemos podido ver predominancia de la sencillez y no el típico conjunto festivalero lleno de flecos y brilli brilli.
El hashtag #Vanillagirl, que se ha popularizado en TikTok, también se alinea con esta idea. Se caracteriza por la belleza natural, el minimalismo cosmético y la comodidad pero con un matiz muy importante: un toque cozy y dulce, como el olor de la vainilla. Todo muy ‘girly chupi guay’. Detrás de toda ‘Vainilla Girl’ hay un compromiso con el planeta, promoviendo productos sostenibles como ropa de algodón ecológico, el uso de la bicicleta y alimentos orgánicos.
Marcas de lujo silencioso
El lujo silencioso es Mark Zuckerberg con su camiseta gris, que le compra a Brunello Cucinelli en Milán en lugar de comprarla en Gap, es el armario entero de Gwyneth Paltrow, es Angelina Jolie y Victoria Beckam. A diferencia de las tendencias llamativas como el “Barbie pink“ y el “balletcore” que encontraron su lugar en marcas como Valentino y Miu Miu, el lujo silencioso tiene una profundidad más significativa. Vamos a echarle un vistazo a algunas de estas marcas que optan por la discreción:
The Row, creada por las famosas hermanas Olsen, ha pasado de ser una simple marca a convertirse en una auténtica joya del minimalismo. Sus prendas sencillas, sin pretensiones, son el sueño de aquellos que quieren lucir elegantes sin tener que gritar a los cuatro vientos que están forrados.
Y luego está Hermès, la casa de moda que nos hace babear con sus bolsos de cuero artesanales. Estas obras maestras son confeccionadas una por una por expertos artesanos, y se han convertido en verdaderos objetos de deseo. Si quieres sentirte como una reina (o un rey) mientras paseas por la vida, un bolso de Hermès es una gran inversión.
Y qué decir de Isabel Marant, su marca de prendas de punto y jerséis ha conquistado los corazones de fashionistas de todo el mundo. Después de 25 años en el negocio, sigue fiel a su visión de vestir a la mujer trabajadora con comodidad de calidad, porque ella misma prueba cada prenda para asegurarse de que todo esté en su sitio.
En el panorama español del lujo silencioso, destacan firmas como Bleis Madird, Vezavena y By Niuma, que han sabido posicionarse como referentes en este estilo.
Carolina Herrera, la emperatriz de la elegancia
“La mujer actual sabe lo que le gusta y lo que le va bien. La mujer elegante es culta y discreta, luce bien con poco esfuerzo.” – CH
No son pocas las frases célebres sobre estilo que han pasado a la historia por parte de Carolina Herrera, en gran medida debido a que ha sido un icono de lo que significa ser elegante a lo largo de toda su vida. Ha dejado una marca imborrable en la moda. Su estilo atemporal y su visión única la convierten en un icono de sofisticación.
Su filosofía se resume en que la elegancia no depende del dinero y que menos es más. Apuesta por prendas básicas y colores neutros sólidos que eviten dar pasos en falso junto a accesorios discretos: como las camisas blancas y las perlas. Además, destaca que la elegancia se adquiere y se basa en mantener una mente cultivada y aceptarse a uno mismo.
En nuestra charla con Giusi Lara, la directora del IED Madrid resalta que efectivamente la moda va más allá de desfiles y compras. Es un universo que abarca diversos roles y requiere romper con estereotipos. No se trata solo de comprar, sino de la necesidad de crear y expresar nuestra individualidad. Ambas nos enseñan que la moda y la elegancia se entienden como forma de vida que requiere de autenticidad, dedicación y valentía.
El Attelier Magazine
