El Cartooncore ha llegado para salvarnos de la seriedad de la vida adulta. Esta maravillosa tendencia nos invita a vestirnos como personajes de dibujos animados y a sumergirnos en un mundo de fantasía y ensoñación. Porque, sinceramente, ¿quién no quiere sentirse como un superhéroe y escapar volando de los problemas?
Imagínate desafiando la gravedad con accesorios extravagantes y proporciones exageradas. La estética cartoon se basa en poner en jaque nuestra incredulidad y rebelarses contra las normas establecidas. Cada vez más, vemos cómo nuestras series de dibujos favoritas, especialmente el anime, se convierten en un wearable. Y aunque esta inspiración en la moda no es nueva, parece estar tomando impulso y ganando popularidad en las redes sociales.
El Cartooncore se apodera de la moda
Jimmy Choo nos sorprendió con su colección cápsula inspirada en la icónica serie de anime “Sailor Moon”. Botas de un rosa intenso con tachuelas, tacones brillantes y un clutch decorado con ilustraciones de cómic encarnando a los personajes de los años 90. También en El Attelier hablamos del colectivo de arte Mschf y sus “Big Red Boot”, un par de zapatos de color boca de incendios que rinde homenaje a “Dora la Exploradora”. Aunque se convirtió en objeto de memes, este diseño de calzado de proporciones exageradas nos brindó exactamente lo que una buena caricatura debería ofrecer: entretenimiento. Y, más que eso, nos saca una sonrisilla.
El Cartooncore se está convirtiendo en una opción cada vez más popular para aquellos que desean añadir un toque de diversión y fantasía a sus armarios y, dicho en un tono más dramático, “recuperar la alegría de vivir en un momento de oscuridad e incertidumbre para los jóvenes”. Porque seamos sinceros, pinta mal.
Y como si no fuera suficiente con las prendas y accesorios que nos transportan al mundo 2D, ahora también vemos cómo esta tendencia extiende sus ramas hacia otros ámbitos de la cultura pop. ¿Habéis visto el anuncio de Rosalía con Coca Cola? Incluye una escena de anime loquísima. Y es que nuestra Motomami se ha convertido en una abanderada del Cartooncore. Y no es la única, Katy Perry nos ha sorpendido con un traje de Elastigirl, la mamá de Los Increíbles, en el programa American Idol.
Este anhelo naíf lo vemos en otras disciplinas artísticas, como las portadas de discos de Karol G o Bad Bunny. Estos albumes parecen dibujos hechos por niños. ¿Por qué tanta referencia a la infancia? Algunos podrían argumentar que la estética cartoon es simplemente una forma de escapismo, una manera de evadirnos de los problemas del mundo real y refugiarnos en un universo imaginario a favor de lo bueno y en contra de lo malo.
Otros podrían decir que es una nostalgia desesperada por recuperar la alegría y la despreocupación de nuestra infancia. Quizás sea un intento de rebelión contra la seriedad y la gravedad de la vida adulta, una manera de recordarnos a nosotros mismos que todavía podemos ser creativos, soñadores y divertidos. Díos santo, ¿somos la próxima generación de los veintisiempre?
Pero, ¿qué nos depara el futuro del Cartooncore?
Loewe y Miu Miu han hecho “Chás” y aparecen en nuesta cara con sus últimas colecciones otoño-invierno 2023/2024, llevando esta tendencia al extremo. Ya en enero, Loewe nos sorprendió con su colaboración con la película de Studio Ghibli “El Castillo Ambulante”. Desde bolsos que imitan la famosa fortaleza hasta capas adornadas con paisajes icónicos de la película, esta colección materializa el encanto de la animación japonesa y demuestra que el anime es una fuente inagotable de inspiración para la moda.
Ambas firmas han incorporado prendas estructuradas hechas de cuero que se asemejan a complementos de la Polly Pocket. Jonathan Anderson, diseñador de Loewe, ha moldeado piezas perfectas que simulan los clásicos juguetes Playmobil, mientras que Miu Miu ha creado americanas y sudaderas que juegan con la dualidad entre lo rígido y lo suave. Estos estilismos nos transportan a un universo donde la moda se “plastifica” como los juguetes, despertando la nostalgia y la creatividad en un público ávido de nuevas experiencias.
Aunque puede parecer una tendencia efímera y extravagante, no podemos ignorar su impacto en la moda actual. Nos invita a cuestionar los límites entre realidad y ficción y a sumergirnos en un mundo más despreocupado. Además, esta estética parece fusionarse con otros fenómenos de la era digital, como los NFT y el creciente interés por el Metaverso, creando una experiencia estética única.
Es posible que nos estemos encontrando ante un fenómeno ya bastante conocido en el mundo de la moda de: ” a ver quién llama más la atención con su look más extravagante” -pero con estilo y tendencia. Ya sea cartooncore, Barbiecore, esa pasión desmedida por todo lo rosa, fucsia y ecléctico que nos recuerda a las muñecas de la infancia o la estética “Monster High” que podemos ver en muchas cantantes de reggaeton. Y es que la tendencia Y2K se posiciona como base de todas estas vueltas de tuerca a la hora de plantear estilismos originales que dejen huella.
Sea cual sea la razón detrás del auge del Cartooncore, nos regala la filosofía de disfrutar la felicidad en los detalles más simples. Así que, ¿por qué no darle una oportunidad? Di sí a la moda de los dibujos animados y deja que tu niña interior salga a jugar. Porque, al fin y al cabo, la vida es demasiado corta para ser tomada demasiado en serio.
El Attelier Magazine