¡Qué emoción! ¡Por fin vas a estrenar tu piso nuevo! No importa si es de alquiler, lo importante es que por fin vas a poder disfrutar de tu espacio propio. Pero mientras miras esas paredes y respiras el aire puro desde tu balcón, no puedes dejar de pensar que aún no lo sientes tuyo. ¿Sabes por qué? Porque debes impregnarlo de tu sello personal a través de la decoración. Si no tienes ni idea de cuál es tu estilo, no te preocupes. En este artículo te vamos a mostrar diferentes estilos de decoración con el objetivo de inspirarte y ayudarte a encontrar tu estilo de decoración ideal.
La importancia de definir tu estilo de decoración
En el momento en que defines tu estilo de decoración, todo se vuelve más fácil. Decisiones como qué guardar y qué dejar, son las que harán que tu espacio se sienta confortable y se vea bonito. En otras palabras, te ayudará a priorizar tus elecciones y te impedirá terminar con un montón de cosas que se ven bien, pero que no tienen sentido juntas.
En aras de hacer las cosas muy simples para ti, hemos seleccionado varios estilos de decoración bien diferenciados:
– Tradicional o clásico: este estilo de decoración está lleno de detalles. Están presentes los muebles con mucha personalidad, como por ejemplo sillas y sillones con apoyabrazos trabajados. También es muy importante colocar los diferentes artículos en pares, como por ejemplo, las lámparas de las mesas de noche, a cada lado de la cama, o un par de bonitas lámparas a cada lado del sofá. Los colores deberían ser neutros y generalmente prevalecen algunos detalles en madera oscura.
– Minimalista: El estilo de decoración minimalista se caracteriza por la simplicidad y la ausencia de elementos decorativos superfluos. Se basa en la idea de “menos es más” y se enfoca en crear espacios ordenados, limpios y funcionales. Algunas características comunes del estilo de decoración minimalista incluyen los tonos neutros, iluminación suave y la organización y almacenamiento ocultos.
– Moderno: este estilo se define por líneas limpias y simples, y ambientes poco cargados con detalles. El diseño es asimétrico, prevalece el uso limitado de accesorios y el uso de patrones gráficos con líneas limpias.
– Rústico o industrial: lo que más define este estilo es el uso de materias primas o inacabadas, por eso es que no pueden faltar objetos o muebles diseñados en madera, piedra o metal. Además, casi como imitando el interior de una fábrica, elementos como el cableado, las tuberías, los ladrillos y las vigas se dejan a la vista.
– Retro o vintage: se caracteriza por traer elementos y elementos decorativos que evocan la estética y la nostalgia de décadas pasadas, generalmente de las décadas de 1950 a 1980. Algunas características comunes del estilo de decoración retro o vintage incluyen colores y estampados llamativos, muebles vintage e iluminación retro. Crea un ambiente nostálgico y único, y se presta para mezclar elementos antiguos con piezas modernas para crear un aspecto ecléctico y personalizado.
– Maximalista: El estilo de decoración maximalista se caracteriza por la abundancia de colores, patrones y elementos decorativos en un espacio. A diferencia del minimalismo, el maximalismo se basa en la idea de “más es más” y busca crear ambientes llamativos, llenos de vida y personalidad. Es un estilo audaz y enérgico que permite jugar con la creatividad y exhibir piezas decorativas únicas.
– Mediterráneo: Este estilo se caracteriza por su ambiente relajado, cálido y acogedor que evoca la sensación de estar en una villa costera. Se inspira en los países que bordean el Mar Mediterráneo, como España, Italia y Grecia. Algunas características de este estilo son la iluminación natural, los azulejos decorativos y colores inspirados en la naturaleza mediterránea, como tonos de azul, blanco, terracota, amarillo y verde oliva.
– Art Deco: Es un estilo visualmente impactante que se originó en los años 1920 y 1930. Se caracteriza por su elegancia, lujo y elementos geométricos. crea un ambiente sofisticado y glamoroso con su estética audaz y lujo sutil. Es un estilo atemporal que combina elementos clásicos con un enfoque moderno, brindando un toque de elegancia y extravagancia a los espacios.
– Escandinavo: Se caracteriza por su enfoque en la simplicidad, la funcionalidad y la conexión con la naturaleza. Originado en los países nórdicos como Dinamarca, Noruega, Suecia y Finlandia, este estilo se ha vuelto muy popular en todo el mundo. Crea espacios acogedores, luminosos y funcionales. Su enfoque en la simplicidad y la conexión con la naturaleza lo convierte en un estilo atemporal y fácil de adaptar a diferentes espacios y gustos personales.
¿Te sientes identificada con más de un estilo? No te preocupes, porque la decoración no es una regla de matemática exacta. La solución es mezclar varios estilos, pero en la proporción exacta.
Cómo mezclar correctamente diferentes estilos de decoración
Antes que nada, debes respetar la regla del 80/20, es decir los porcentajes representados por los estilos que más te gustan. Para eso, te recomendamos que por ejemplo, si te sientes más identificada con un estilo clásico en un 80 %, y con el moderno, en un 20%, para tu living elijas sillones importantes y de estilo .
Por otra parte, siempre ten en cuenta, vincular elementos diferentes, pero encontrando siempre algo que tengan en común. Puedes agrupar cosas por color, tamaño y textura, y al exponerlas juntas, crearás una colección, que tiene más impacto y más sentido que si cada elemento se mostrara por sí solo. Esto funciona especialmente bien con artículos pequeños, como pequeños cuadros, por ejemplo.
Lo que nunca puede faltar en tu estilo de decoración es el equilibrio, tu espacio debe tener un peso visual distribuido en forma homogénea. Piensa en las piezas grandes de tu espacio como el lienzo que mostrará la historia que estás a punto de contar.
¿Qué historia contará tu estilo de decoración acerca de ti?
El Attelier Magazine
