El aumento de la popularidad del gin tonic durante los últimos años es exponencial y eso es algo que todos sabemos. Colores, sabores e ingredientes se agrupan en las copas de balón más fotografiadas durante las noches de fiesta o sobremesas de comidas con amigos. Hay tantas como colores, de hecho, a pesar de ser originalmente transparente, los colores y sabores están poniéndose de moda en esta bebida súper popular. La ginebra, que nació con fines medicinales en europa, tiene mucha historia interesante por contar.
El origen de la ginebra
Nos hemos desplazado hasta Londres, concretamente hasta la destilería de la ginebra más premiada del mundo: Beefeater, para conocer la historia de la ginebra de la mano de Desmond Payne, el maestro destilador más experimentado del mundo -que, por cierto, nos ha contado los secretos de su propia ginebra y nos ha enseñado a catar este espirituoso con mucho estilo-.
Pero volvamos unos siglos atrás. Eran tiempos convulsos y la peste invadía el viejo continente, así que los intentos de encontrar brebajes que disminuyeran las muertes no eran pocos. Uno de ellos fue la mezcla de cereales y enebro, pero resultó ser poco eficaz para este fin. Más tarde, durante la guerra en los Países Bajos, los soldados bebían un destilado de enebro para aliviarse del frío y así su uso se fue extendiendo hasta que llegó a las islas británicas. Sin embargo, durante el reinado de Guillermo III de Orange, se prohibió beber destilados que no fueran británicos, lo que en lugar de conseguir que se dejara de consumir esa bebida, aumentara la aparición de destilerías ilegales que producían ginebra de malísima calidad y como colofón final, unas calles abarrotadas de borrachos y disturbios que marcaron una etapa en Londres.
El origen de la London Dry Gin y Beefeater
Viendo este panorama, James Burrough creó una fórmula con la que podía crear una ginebra británica, de calidad y vender así el producto nacional, aprobado por la corona. Su ingrediente principal, el enebro y la famosa etiqueta que siempre la ha acompañado con el guardia de la Torre de Londres fueron los símbolos principales de la ginebra londinense, más conocida como London Dry Gin y Beefeater el nombre que le puso y que desde su origen no ha dejado de destilarse en la capital.
Ahora que sabemos el origen de este destilado tan popular, vamos a conocer las curiosidades más remarcables de la bebida y, concretamente, de la marca que la ha hecho mundialmente popular, siendo la más premiada en los últimos años.
Curiosidades de la ginebra Beefeater
La fábrica de Beefeater se encuentra en Kennington y se puede oler desde su puerta los aromas que forman la receta de la ginebra más premiada del mundo que se elabora de manera artesanal, de principio a fin en el corazón de Londres desde hace 200 años.
¿Artesanal? ¿Una bebida espirituosa? ¡En efecto! A pesar de ser un producto mundialmente consumido y distribuido, el proceso es artesanal. Combinan un alcohol fuerte y limpio con nueve botánicos naturales. Desmond Payne personalmente olfatea hasta 200 muestras cada año buscando el enebro más aromático y potente, para crear así la mejor receta de Beefeater.
Destilar es una arte, no una ciencia.
Desmond Payne – Maestro destilador más experimentado del mundo
¿Qué más lleva la receta? No es que estemos pensando en marcarnos un Walter White y ponernos a crear ginebra en casa, pero la ginebra más premiada del mundo tiene un ingrediente local: piel de naranjas de Sevilla. También lleva limón, semillas y raíz de angélica, almendras, cilantro, regaliz y lirio. Aromas que se pueden disfrutar en la sala botánica en la que se almacenan los ingredientes frescos de la marca.
La marca distintiva de esta ginebra es que todos estos ingredientes infusionan un día entero antes de pasar por el proceso de calor, es decir, pasan 24hs en un alambique reposando para que el sabor sea más intenso y la ginebra más compleja. Alambiques que, por cierto, son originales del siglo XIX.
Desmond Payne es miembro de la Excelentísima Orden del Imperio Británico y el Maestro Destilador de Ginebra más experimentado del mundo. Recientemente ha sido galardonado con el título Beefeater, guardián de la Torre de Londres. Es quien se encarga de que Beefeater cumpla con los estándares de calidad que mantiene desde hace 200 años y tiene sus propias creaciones para la marca: Beefeater 24 y Beefeater Burrough’s Reserve.
El logo de la marca, un Guardián de la Torre ha provocado que los propios guardianes sean llamados los Beefeaters popularmente. ¡Y comparten cena de Navidad!
Todo un reconocimiento de Londres como parte fundamental de esta ginebra que va ligada a la ciudad desde su nacimiento. Un placer para los sentidos y un orgullo haber podido descubrir todas estas curiosidades de primera mano con el equipo de Beefeater.
El Attelier Magazine