El yoga, más que un deporte, es una disciplina. Nacido en Oriente en el siglo XIX, el yoga es un tipo de meditación muy común en el hinduismo, el budismo y el jainismo que trata de cultivar cuerpo, mente y alma en busca el equilibrio perfecto a través de una serie de posturas llamadas asanas. Una combinación de ejercicio físico y mental que mejorará tu respiración, postura, sistema inmunológico, flexibilidad, equilibrio, sistema nervioso y que, además, ayuda a fortalecer tus músculos y huesos. ¿Te lo vas a perder?
¡No hace falta tener 20 años, ser súper flexible, delgada y vegana para practicar yoga! Hombres y mujeres de todas las edades, niños, deportistas activos, principiantes, embarazadas…el yoga es para todos.
La guía definitiva para adentrarse en la práctica del yoga
El Yoga: la adicción más sana
Los 80’s popularizarían el yoga como una práctica deportiva exótica y hoy, cuarenta años después, es la práctica deportiva de moda por excelencia. Las redes sociales, influencers y los medios digitales han contribuido a conformar una imagen alrededor del yoga que lo ha posicionado en el punto de mira de toda una generación: los millennials. Atraídos por el halo de despreocupación, libertad y estilo de vida sano que emana esta práctica, comenzaron a hacer del yoga, sin saberlo, una moda, un lifestyle y una adicción.
Y si ya era famoso entonces, llegaría la pandemia. La restricción de movimiento de una cuarentena y la ansiedad como nueva normalidad durante los próximos 3 meses serían el cóctel perfecto para generar un boom por el yoga. Una alternativa al deporte fácil, al alcance de todos y relajante en el momento que más se necesitaba, fue un éxito. El que no ha caído en su práctica, seguro ha caído en el pensamiento de probarla y muchos aseguran que el yoga es ya para ellos como una droga. De serlo, estaríamos sin duda ante la droga más sana, el deporte.
Una práctica, incontables beneficios
Se cuentan por miles sus adictos, pero también sus beneficios. Aunque muchos lo relacionan exclusivamente a la meditación y la flexibilidad, el yoga es la perfecta combinación de entrenamiento físico, mental y emocional. A nivel físico, esta disciplina fortalece el cuerpo, mejorando la movilidad, el equilibrio y la postura general, estirando músculos y ayudando a mantener la espalda y las articulaciones saludables.
A nivel psicológico, tanto docentes como practicantes afirman que el yoga tiene el poder de calmar la mente a través de un lado restaurador que es profundamente relajante y rejuvenecedor. La relajación, meditación y respiración están integradas en cada sesión y son una parte fundamental del ejercicio en sí. Así lo afirma el Dr. Timothy McCall, autor de “Yoga as Medicine”. El enfoque del yoga en la respiración puede calmarte y ayudarte a aprender a ser más consciente de su cuerpo.
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6 posturas de Yoga que te ayudarán a conseguir una espalda más fuerte
En los últimos años, cada vez más investigaciones demuestran los amplios beneficios para la salud del yoga. Múltiples estudios ya han demostrado que el practicar yoga semanalmente reduce dolores crónicos y posturales, aliviando los síntomas del dolor lumbar y reumatoide (entre otros); aumenta la densidad ósea en la columna vertebral y las caderas, fortaleciendo los huesos; mejora la memoria visoespacial, evitando el deterioro mental; reduce el estrés, la angustia mental y los síntomas psicológicos y físicos relacionados con el estrés, disminuyendo y aliviando afecciones como la depresión y la ansiedad; y así, muchos más.
Tras los estudios, el rendimiento académico y laboral de las personas mejoraba, así como su calidad de sueño y de vida. Y es que la combinación en una misma práctica de movimiento y relajación contribuye a quemar calorías mientras se equilibra el sistema nervioso, reduciendo los niveles de cortisol y colesterol en sangre además de proteger al ADN de los daños provocados por el estilo de vida o el natural paso de los años, llegando a poder incluso revertir el proceso del envejecimiento. Quizá ya sabías que podía mejorar tu vida, pero ¿sabías que podía alargarla?
Yoga para tod@s
Hablar de Yoga es hablar de decenas de prácticas diferentes entre sí. Se calcula que unas 100, nada menos. Con intensidades, posturas y características distintas respectivamente, se abre un mundo con un centenar de posibilidades, tipos y escuelas. Conocerlas y entenderlas es esencial pues hay tantos tipos de yoga como personas. Desde el yoga infantil, hasta el acroyoga en pareja, pasando por el yoga que combina ballet y pilates o el mejor yoga para principiantes, el Hatha Yoga, centrado en la relajación mental y corporal así como en el trabajo de la elasticidad, la flexibilidad y la fuerza con posturas básicas.
El Kundalini, por otro lado, incorpora meditación y mantras, mientras que el Bikram se realiza a 40º, Iyengar. El Ashtanga, estilo dinámico que combina y sincroniza la respiración con las posturas, eternamente confundido con el Vinyasa Flow, basado en posturas y movimientos fluidos que conforman una coreografía sin saltos. O el Nidra, cuyo objetivo es llegar a un estado subconsciente de sueño estando despierto. El mundo del yoga es tan amplio como complejo, encontrarte en él es cuestión de tiempo y paciencia, pero una vez llegues quizá entiendas por qué es para muchos un estilo de vida, quizá incluso lo conviertas en el tuyo.
Es una disciplina que ofrece solamente beneficios a aquellos que la practican, tanto a nuestro cuerpo como a nuestra salud y a nuestra mente. Cuando haces yoga desconectas, reduces el estrés, el dolor de espalda, mejoras tu elasticidad y flexibilidad, así como la definición de tus músculos y puedes conseguir una mejora en el sueño, en el descanso y en el organismo…¿qué más quieres? 😉
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8 consejos para iniciarte en el yoga
1. Trata de practicar yoga todos los días. Al principio necesitarás alguien que te guíe y encontrar clases de nivel 1 para coger una base y luego poder practicarlo también en tu casa. Si lo realizas con frecuencia, mejorarás tu concentración, aumentarás tu flexibilidad y fortalecerás tu fuerza de voluntad.
2. Intenta practicar por la mañana o por la noche siempre respetando el mismo horario en la medida de lo posible. Has tus saludos al sol para relajar tu cuerpo y crear tu rutina.
3. En el yoga es preferible la regularidad que la intensidad. Por ello recomendamos que empieces por entre tres o cuatro asanas todos los días. Empieza por las fáciles, no intentes forzar tu cuerpo. Poco a poco conseguirás tener mucha más flexibilidad.
4. Si eres de las que prefieres empezar con el yoga en casa antes que acudir a clases en grupo, deberás reservar un espacio para realizar los ejercicios. Este espacio, será tu rincón. Reduce al máximo las distracciones y apaga todos los elementos tecnológicos que tengas alrededor. Si lo haces en la calle, busca un lugar cómodo y de sombra. No olvides llevar contigo alguna cuerda para los estiramientos.
5. Utiliza una esterilla para apoyar tu cuerpo en una superficie plana. Ten en cuenta que siempre deben ser superficies donde tus pies no resbalen para poder realizar todas las posturas con comodidad.
6. Utiliza ropa cómoda. Elige prendas que se ajusten bien y ten en cuenta que si te vas a centrar en la parte de la meditación puede ser que te entre frío por lo que convendría que tuvieses una sudadera cerca.
7. Es recomendable tener los pies descalzos o con calcetines antideslizantes, para no reducir nuestra movilidad debido a las zapatillas. Ten en cuenta que los calcetines pueden hacer que te resbales por lo que, si optas por esta opción, lo mejor es que elijas unos especiales con goma antideslizante en la suela.
8. Si utilizas elementos como cuerdas, pelotas, tenlos siempre a mano. Si tienes que ir a buscarlos lo más probables es que tu mente se distraiga y pierdas la concentración.
Una vez tengas tu base, podrás elegir el tipo de Yoga que más te guste, ya sea Vinyasa, Hatha, Ashtanga o Iyengar.
El Attelier Magazine
