No hace falta ser celíaco para optar por la comida sin gluten. Y es que, cada vez somos más las que notamos cómo el gluten nos hincha y nos sienta mal, ya que no lo digerimos como deberíamos. Por eso, y afortunadamente, el negocio de los restaurantes gluten free, así como los ingredientes sin gluten en los supermercados, está creciendo cada vez más y nos ofrece una amplia gama de opciones.
En verano, especialmente, no queremos pensar demasiado en lo que vamos a cocinar. Preferimos platos frescos, ligeros y fáciles de cocinar. Así que aquí os traemos 3 recetas súper sencillas sin gluten que te solucionarán tus días más perezosos.
Gazpacho
No podemos negar el gusto que da comerse (a veces hasta beberse) un buen gazpacho en verano. Además, te lo confesamos: ¡es lo más fácil del mundo!
Necesitarás 1 kg de tomates de rama, 1 pimiento verde, 1 pepino, 1 diente de ajo, 30 ml de vinagre, 50 ml de aceite de oliva, sal al gusto y 250 ml de agua. Troceas las verduras, y añades todos los ingredientes en una batidora. Una vez esté todo bien mezclado, lo cuelas y ¡listo!
Pizza de berenjena
Además de una versión sana de un plato clásico, esta receta sin gluten se convertirá en tu rutina favorita de cada semana, ¡porque está deliciosa!
Tendrás que cortar las berenjenas en formas redondas, echar sal por encima y esperar 15 minutos (para que salga la humedad), después retirarla con una servilleta, echar salsa de tomate por encima, y mozzarella cortada en trozos pequeños. A continuación, meterlas al horno a 200 grados (ya precalentado), y sacarlas cuando se haya fundido el queso, en 10 o. 12 minutos más o menos. ¡Ya solo queda disfrutar!
Espaguetis de calabacín
Nos encantan las versiones más ligeras. Sobre todo cuando están deliciosas. Estos espaguestis al pesto son increíblemente sencillos y te chuparás los dedos.
Para los espaguetis, debemos tener un espiralizador, que es un aparato que ralla el calabacín en forma de tallarines. Si no, también se venden ya cortados en cualquier supermercado. Cuando ya tengamos la forma deseada cortada, los metemos en agua helada un poco, para que se endurezcan ligeramente. Después, los saltearemos en la sartén con bastante aceite, durante 1 o 2 minutos.
Si ya tienes la salsa de pesto en bote, solo hará falta añadirlo a los espaguetis, junto a trozos de tomate y queso parmesano rayado por encima. Si quieres preparar la salsa tú misma, necesitarás un diente de ajo, un manojo de albahaca fresca, piñones (30 gramos), aceite de oliva (125 ml) y sal. Lo mezclas en una batidora, y te asombrarás de lo rápido que ha sido.
Esperamos que los disfrutes tanto como nosotras, porque te aseguro que ¡nosotras vamos a repetir!