Una de las mejores sensaciones de los días más fríos del invierno es sentirse cómoda, tanto en casa como en la calle con un jersey ancho, cozy y, sobre todo, calentito. En todas las tiendas podremos encontrar innumerables prendas con estas características, pero siempre habrá un un tejido que sobrepasa estas expectativas y es, sin lugar a dudas: el cashmere.
Historia del cashmere
Agárrate bien el sombrero porque vamos a hacer un viaje en el tiempo. Resulta que hace siglos, allá por las montañas de Asia Central, unos cabritillos muy especiales llamaron la atención con su suave y lujoso pelaje. Los habitantes de la zona, vieron en este pelaje una oportunidad de oro y empezaron a usarlo para confeccionar las prendas más codiciadas de la época.
Cuenta la leyenda (bueno, no es una leyenda, pero así es más divertido) que el cashmere fue descubierto hace más de 2000 años. Los nómadas de la región de Cachemira, en Asia, fueron los primeros en darse cuenta del potencial de la lana ultra suave que desprendían estos cabritillos del Himalaya. Desde entonces, este material se convirtió en sinónimo de lujo y elegancia.
Debido al extremo clima del invierno, estos animales han desarrollado a lo largo de los años un pelaje extremadamente fino que destaca por su suavidad y ligereza. Se trata de la lana más prestigiosa y su producción anual es muy escasa. Y es lo que provoca que las prendas de cashmere estén dotadas de una gran calidad y un precio notablemente más elevado.
Los primeros pastores asiáticos que producían sus prendas de cashmere, empezaron a introducirlo en los mercados romanos hace ya más de 2.ooo años. Sin embargo, fue a partir del siglo XVIII cuando empezó a popularizarse y este tejido se convirtió en una de las variedades de tejidos más exquisitas del mercado. Así pues, con el paso de los años, el cashmere se convirtió en un elemento básico de la moda para los días más fríos del año y en el siglo XIX se puso de moda entre la élite social y comenzaron a surgir las primeras marcas especializadas en este tipo de lana.
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Proceso de obtención y producción del cashmere
Ah, pero no creas que obtener cashmere es como sacar un conejo de un sombrero. Esto es una ciencia y un arte a la vez. Para obtener esta lujosa lana, se requiere paciencia y habilidad. Los expertos artesanos realizan un proceso de recolección cuidadoso y meticuloso, quitando manualmente la lana de las cabras en la temporada de muda. Una vez recolectada, viene la etapa de limpieza y separación, como hacer una ensalada pero con lana.
Después, es el momento de la hilatura, donde las fibras se transforman en hilos suaves y sedosos, listos para convertirse en el jersey de tus sueños. Y aquí está el dato curioso: se necesitan las fibras de al menos cuatro cabras para tejer un solo suéter de cashmere. Ahora entiendes por qué es tan caro, ¿verdad? Te va cuadrando.
Así es como, desde tiempos ancestrales hasta hoy, el proceso de obtención y producción del cashmere sigue siendo una mezcla de tradición, cuidado y mucho amor por las cabras y sus pelajes tan especiales.
Características: cómo identificarlo
Primero, la clave para encontrar cashmere real es sentirlo. ¿Recuerdas esa sensación cuando te acarician con una pluma de unicornio? Bueno, así es como se siente. Suave, ligero y etéreo. Además, el auténticono suele picar, así que si te provoca cosquillas de felicidad al tocarlo, ¡estás en el camino correcto! Y aquí está el truco de la abuela: si ves esas fibras largas y suaves que flotan en el aire alrededor del jersey, es posible que hayas encontrado al Rey Cashmere. Estas fibras son típicas del verdadero cashmere y son como su firma.
En definitiva, este tejido no es uno más del montón, es la auténtica élite. ¿Qué tienen otros tejidos que este rey no tenga? Nada. ¿Calidez? El cashmere te mantiene más calentita que una termo de chocolate caliente en invierno y encima es precioso. Y hablando de estilo, combina con todo, desde tus jeans favoritos hasta esa falda elegante que guardas para ocasiones especiales. ¿Arrugas? ¡Ni las conoce! Este tejido es suave pero resistente.
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Mantenimiento y cuidado
Además, aunque destaquen sobre todo los jerseys de cashmere, también se producen vestidos o bufandas con el prestigioso tejido. No obstante, también hay que tener muy en cuenta la letra pequeña de la etiqueta para ver su composición porque, debido a su escasa producción, muchas marcas podrían vendernos un producto que no sea 100% cashmere, sino que está mezclado con otro tipo de lana o algodón y su precio, por tanto, sería mucho más bajo.
Por otro lado, el cuidado de este material tiene que ser también especial porque, al tratarse de un tejido muy delicado, los lavados deben hacerse siempre a mano y con agua tibia. Los jerséis de cashmere, más que prendas, son inversiones a largo plazo y un lujo para llevar encima durante todos los inviernos ya que si se cuidan bien, durarán mucho más que los convencionales.
Lavado a mano: esta es la forma más cariñosa de lavar tus prendas de cashmere. Sumérgelas en agua tibia con un poco de champú específico para este tejido. Después, suavemente, escurre el exceso de agua sin retorcer y estira el cashmere mientras aún esté húmedo. Finalmente, déjalo secar sobre una superficie plana para mantener su forma original.
Lavado a máquina: si decides usar la máquina, asegúrate de seleccionar un programa de lavado a mano o ciclo delicado. ¡Nunca utilices la secadora! Opta por un centrifugado corto y, al igual que con el lavado a mano, estira suavemente la prenda mientras está húmeda y déjala secar sobre una superficie plana.
Impacto ambiental de la producción de cashmere
Las cabras suaves y esponjosas que nos dan este regalo suave a veces tienen un impacto, digamos, un poquito más grande de lo esperado. Su pastoreo puede llevar a la sobreexplotación de pastizales y, como consecuencia, a la erosión del suelo.
Y como bien sabrás si nos has estado leyendo, ¿hablamos de la cantidad de agua que se necesita para producir este material? Esto puede ser un problema en áreas donde el agua es escasa. Necesitamos un plan mejor, ¡y lo tenemos! Cada vez vemos más conciencia y responsabilidad en la producción de este tejido natural en marcas como AGAIN cashmere.
Está claro, el precio es muy importante a la hora de comprar ciertos productos, pero el entramado de este tejido garantiza una mayor resistencia y longevidad a los jerséis y eso es a gusto del consumidor y sus preferencias, lo que nos lleva a preguntarnos qué es más importante ¿calidad o cantidad?
Definitivamente, este material es tan famoso por una razón, y es por por su gran calidad. Son una prueba de atemporabilidad y lujo duradero, por lo que no te arrepentirás de esta inversión si decides hacerla. Estos jerséis son un verdadero tesoro de la moda por su exclusividad, confort y seña de estilo personal que abraza la tendencia de las prendas con tejidos naturales, la artesanía y la elegancia. Es por ello que un buen jersey de cashmere te permite disfrutar de una suavidad y la calidez incomparables.
El Attelier Magazine
