En una sociedad en la que las mujeres seguimos encontrándonos con dificultades y obstáculos en los ámbitos social, laboral o educativo, es positivo destacar figuras de mujeres emprendedoras que consiguen lidiar contra las diferentes trabas que se encuentran en el camino abriéndose paso con proyectos llenos de ilusión.
María Rodríguez es madre, empresaria y diseñadora de moda. Su día a día nada tiene que ver con la monotonía y lo rutinario sino más bien todo lo contrario. Aunque su firma Reveligion ya cuenta con reconocimiento tanto en la industria de la moda española y el mercado internacional, María quiso ir un paso más allá y durante el confinamiento lanzó un nuevo proyecto: un servicio de floristería.
Ambos proyectos están íntimamente ligados y se retroalimentan para finalmente dar con una entidad propia de la emprendedora. Hablamos con ella para conocer sus objetivos y cómo plantea sus proyectos a corto plazo.
¿Cómo te defines como mujer emprendedora?
Me considero una persona muy trabajadora. Me levanto todos los días a las siete de la mañana para contestar emails antes de que se despierten los niños. Creo que para ser emprendedora hay que tener algo de creatividad también y un poco de fortuna. Me considero una persona que ha tenido bastante fuerza en esta industria tan difícil, por lo que estoy eternamente agradecida.
¿Cuáles son tus últimos proyectos y cuáles te hacen levantarte cada día y disfrutar más?
Reveligion me mantiene ocupada desde el 2015, pero ahora con las flores siento que he encontrado lo que me faltaba para sentirme 100 % completa. Además tengo el proyecto personal de formar una familia, que aunque me cueste encontrar el equilibrio todos los días, me hace enormemente feliz.
¿Cómo estás usando las redes sociales para fomentar y difundir tus negocios?
Hoy en día para tener un negocio con éxito, necesitas tener presencia en las redes y más concretamente, hace falta una estrategia de redes sociales para contar una historia que va mucho más allá de vender un producto..
Una de tus últimas aventuras en la que te has embarcado es el mundo de las flores, ¿por qué fue? y ¿cómo estás desarrollando tu plan de negocio?
Siempre he sentido una relación muy fuerte con la naturaleza. Durante el confinamiento he echado muchísimo de menos cosas sencillas, como una puesta de sol o un vinito con amigas, es por ello que decidí lanzarme a las flores, esa conexión era la guinda del pastel para que todo mi negocio tuviese sentido.
En la industria de la moda te conocemos por la firma Reveligion ¿estás creando nuevos diseños?
Sí, ahora mismo estamos trabajando en una línea comercial y muy pronto lanzaremos nueva colección.
¿Te ayudó la pandemia para desarrollar nuevas ideas?
Sí, viendo el lado positivo creo que este virus ha sabido sacar lo mejor de mí a la hora de adaptarme a las nuevas circunstancias buscando nuevas líneas de negocio, dando sentido total a la marca.
¿Qué consejo puedes dar a todas esas mujeres que quieren emprender y tienen miedo?
No hay absolutamente nada que perder, ¡y no sabes lo bien que sienta!
¿Cuál crees que es el bloqueo o la situación más complicada actualmente para las madres que son empresarias?
Creo que es realmente difícil conciliar; antes lo pasaba bastante mal, porque tenía grandes expectativas y sufría muchísimo cuando veía que las cosas no me salían como quería o que Gala se portaba mal buscando atención.
Ahora vivo la vida por semanas, en las que me planteo objetivos realistas con la marca y la familia. Por ejemplo, todos los días intento dejar el trabajo cuando Gala viene del cole, además vamos al parque como mínimo dos veces a la semana y hacemos tres actividades juntas las dos, así poco a poco he ido encontrando un equilibrio, pero aún así vivo en una crisis continua, por que siento que la marca va mucho más lenta y que el ritmo natural está siendo frenado por no poder dedicarle más horas al trabajo. Poco a poco.
¿Cuáles son tus planes para el 2021?
Seguir trabajando, sacar colección en otoño invierno y luego ir viendo cómo avanza esta pandemia.
«Creo que para ser emprendedora hay que tener algo de creatividad también y un poco de fortuna».
El Attelier Magazine
Artículo publicado en el nº0 de la revista El Attelier Magazine