Misterpiro, más que un muralista, es un artista multididáctico. Que como buen ser humano con miedos internos, hizo la carrera de Diseño en la Complutense, por si el arte no le daba para pagar una vida normal.
Nació en Madrid, pero fue Extremadura el sitio donde creció y el que le dió la libertad y las facilidades para iniciarse en el graffiti sin tener que desplazarse a lugares muy remotos u ocultos: “era como una facilidad tan grande de estar en un pueblo tan pequeño con tantos murales e ir un domingo soleado con los amigos a pintar”. Esto desencadenó con que abrieran una tienda de graffiti en su pueblo, que movimiento graffitero se hiciera conocer más, y sus primeros pasos realizando obras por encargo.
Por oposición, en su casa pintaba con acuarelas y acrílicos, hasta que decidió unir sus técnicas y hacer muralismo con acuarelas, su estilo base y por el que es más conocido.
Ahora con 23 años, actualmente reside en Madrid y ya ha dejado sus acuarelas en lugares como Nueva York, Honduras, Italia, Seúl, Londres, Portugal y más. Y no solo en muros, sino en ropa, zapatos, interiores, iglesias, coches, galerías, tiendas de ropa, festivales, etc.
“De repente conectabas con alguna marca que te llevaba fuera, o a veces vas de vacaciones, y de repente, salía un mural o conectabas con alguien de allí, y te haces amigo, o te dicen oye píntame un mural así sin cobrar por amor al arte, porque te apetece estar en ese lugar, te transmite una energía determinada y te apetece hacerlo.”
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¿Pintar de forma legal u oculta? por Misterpiro
“Lo de pintar de una manera más oculta está guay, pero obviamente cuando pintas de manera ilegal no puedes desarrollar mucho tu creatividad, o tu técnica, porque era como muy rápido, dejar tu firma e irte. Aunque si se aprecia mucho lo de ir a un sitio tranquilo por ejemplo en el medio del campo, como hacía en Extremadura en casas abandonadas, y hacerte un mural con paciencia, en plan, como dos días yendo y viniendo. Y lo más guay es cuando alguien va, encuentra la casa abandonada, sube la foto a internet y te etiqueta”.
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La anécdota: “Hace mogollón de tiempo estaba pintando unas paredes en medio del campo y tal y de repente vino la guardia civil, y obviamente se paró allí a ver qué estábamos haciendo. Pero como era una pared abandonada, que en general le daba igual a la gente porque estábamos en medio del campo y no había nada. Pues empecé a hablar con los dos guardias civiles y les conté un poco, les hizo gracia lo que estábamos haciendo y al final le acabé pintando la habitación a la hija de uno de ellos jajaja.
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Usa la acuarela por ningún motivo razonado, solo porque se sentía agusto con ella desde pequeño, tampoco se interroga los cuadros o cosas que hace hasta que no se pone con ello.
Su única estrategia es la improvisación, ser impulsivo, y seguir la intuición de sus valores artísticos y diálogos internos. Un miedo sobre el que debatimos con él en su última exposición en el Hotel Emperador de Madrid, titulada “Through the glass”: “Cuando una marca me pide un concepto muy elaborado y me cuesta un poco como desarrollar mi idea, siempre intento llevar lo que me piden como a mi historia y facilitarme las cosas”.
Su exposición “Through the Glass” en el Hotel EmperadorConverse y Dr. Marteens por Misterpiro.“Los miedos por los que he pasado es que al final nadie te evalua, nadie te está diciendo si estás haciendo un buen trabajo o no, eres autónomo de tu curro, el único que te puede exigir. Y estás un poco como castigado en plan buah esto no me gusta, hace un año estaba haciendo esto y es parecido. Ese es un poco el problema”.
Aunque descubrimos que tiene un refugio, su equipo o ‘su gente’ como el los llama. Residir en Madrid le ha ayudado a rodearse de la gente que admiraba cuando era pequeño, sus amigos, la gente que lo rodea y que complementan su trabajo con artes como el vídeo, el diseño gráfico, etc.
Así llegamos a la conclusión de que Misterpiro ha llegado a ser él mismo a través del arte, a base de nunca parar, intentar, superarse, cambiar.