Elegancia, sofisticación y formalidad. La corbata es una prenda con mucha historia y estilo, y a día de hoy continúa siendo uno de los elementos más importantes en la vestimenta masculina, en especial, en los trajes. ¿Quieres conocer la historia e importancia de esta prenda? Desde el Attelier hemos indagado en los orígenes y evolución de la tira que se anuda alrededor del cuello.
Para conocer su origen, nos remontamos al siglo XVII, justo en el enfrentamiento bélico entre el régimen croata y Turquía. Los guerreros croatas recibían de sus esposas un gran pañuelo que ellos se anudaban alrededor de la garganta y les cubría parte del pecho. En 1660, tras haber luchado contra los turcos, los jinetes del ejército de Croacia llegaron a Francia para ponerse al servicio de Luis XIV, más conocido como el Rey Sol y su gusto por el buen vestir y los pañuelos.
Estas piezas que se ponían en el cuello recibían el nombre de hrvatska, que en su idioma sigifica Croacia. Sin embargo, a Luis XV le gustó tanto que diseñó para el regimiento real francés un pañuelo con la insignia real al que nombró cravatte. A partir de ese momento la corbata empezó a popularizarse por toda Europa, adaptando el nombre dependiendo del país. De esta forma, a finales del siglo XVII, se impuso la costumbre de anudar una pieza de seda al cuello con las dos extremidades colgando o enhebradas con un broche.
Si bien es cierto que las primeras corbatas de la historia eran muy diferentes a las que conocemos actualmente. Los patrones que conocemos hoy en día no existían, las podíamos ver de todo tipo de tejidos y estampados. Asimismo, durante los siglos XVII y XVIII, el pañuelo croata se transformó en tiras de muselina, seda y encaje, llevado en especial por las clases altas. Fue durante la Revolución Francesa cuando la prenda adquirió valor político. Más tarde, en 1827, salió a la luz el primer manual sobre el asunto: El arte de anudar la corbata.
El nudo Windsor
¿Sabes como se llama el nudo que identifica a una corbata y cuál es su origen? El nudo Windsor recibe su nombre del monarca Eduardo VIII, duque de Windsor, quién lo popularizó. Un pañuelo croata que se anudaba al cuello llegó a conquistar todo el mundo, empezando por París y continuando con Inglaterra. Más tarde llegó a Estados Unidos y luego el resto del mundo. Sin embargo, continua siendo una cuestión primaria del Viejo Continente.
Este accesorio comenzó a parecerse a la actual durante los primeros años del siglo XIX, aunque más voluminosa y solo se admitía en tres colores: gris, negro y blanco. Fue ya en el siglo XX cuando se empezaron adaptar las corbatas y se apostó por diseños más originales para así dejar de parecerse lo máximo posible a los pañuelos de los croatas.
La corbata en los trajes
Hoy en día, el uso de este complemento está relacionado con el traje, esmoquin o frac. Se trata de un elemento crucial en la vestimenta masculina, y adquiere una elegancia evidente. Fue a partir del siglo XX cuando las camisas comenzaron a evolucionar en la parte de los cuellos para introducir la corbata. Para lucir este complemento de manera adecuada y transmitir sofisticación, debe tener muy en cuenta la calidad del material y tener el nudo adecuado para cada ocasión. No obstante, la moda hoy en día es muy libre y abierta y cada persona puede elegir qué tipo de corbata llevar. En todo caso, su uso correcto potencia más la elegancia del buen vestir.
La corbata en las mujeres
Es cierto que este complemento nació como prenda masculina, ya que eran los guerreros croatas quienes la llevaban, pero, con el paso de los siglos las mujeres revolucionaron su estilo de vestir. Cuatro siglos más tarde desde su origen como pañuelo anudado al cuello, la corbata comienza a verse en las mujeres. Fue en los años 20 cuando se instauró el estilo masculino o garçón en el armario femenino.
Las primeras mujeres en llevar corbata se adjudicaban una identidad tan solemne como la de los hombres, distinguiendo de la sociedad. Las mujeres abandonaron la esfera femenina y se liberaron a través de la vestimenta.
Uno de los momentos más históricos para la vestimenta femenina y que supuso ademas una revolución social fue cuando Yves Saint Laurent presentó el esmoquin para mujer, y el año siguiente su primer traje de sastre con pantalón. En sus bocetos, la mujer cobraba forma a imagen y semejanza del hombre: su silueta reinterpretaba las prendas clásicas del vestuario masculino, sobre todo los trajes.
En la actualidad, cada vez son más las mujeres las que se suman a llevarla. Además, el concepto de género es cada vez más amplio y podemos ver en las pasarelas como se rompen esas reglas. Ver a una mujer con un traje o esmoquin con corbata no es raro en la sociedad actual. Grandes celebridades han acudido a alfombras rojas con traje y corbata, lo que también ha ayudado a su extensión y popularidad.
Grandes marcas como Ralph Lauren se han sumado a este concepto, con la realización de pósters publicitarios de mujeres con traje y corbata. Se trata de un concepto muy visibilizado en la sociedad actual y en las pasarelas del diseñador hemos podido detectar looks de traje y corbata en mujeres.
En definitiva, la corbata es y ha sido un complemento repleto de elegancia, estilo e historia. Una combinación correcta de este complemento aportará a las mujeres un toque masculino muy elegante y sensual.