El sujetador es una prenda que ha desafiado normas, ha evolucionado con la moda y se ha convertido en un ícono de feminidad y cambio social. Desde sus modestos comienzos hasta su estatus actual como una pieza esencial en el guardarropa femenino, su historia es una narrativa fascinante llena de innovación, controversia y revolución.
A.S, antes del sujetador.
En un tiempo muy, muy lejano, mucho antes de que los sostenes modernos entraran en escena, las damas de civilizaciones antiguas tenían sus trucos ingeniosos para mantener todo en su lugar.
En la antigua Grecia, utilizaban telas ligeras y las envolvían alrededor de sus torsos, asegurándolas con nudos estratégicos para ofrecer algún tipo de soporte.
LEER MÁS: ¿Elegir el sujetador adecuado gracias a Tik Tok?
Con la llegada de la era medieval, los corsés se convirtieron en los protagonistas del escenario de la sujeción femenina. En la vieja Europa, estas prendas ajustadas ofrecían un soporte considerable, aunque a menudo a expensas de la comodidad y la capacidad para respirar. Las damas de esa época, con sus corsés apretados, luchaban por mantener la gracia, sacrificando a menudo bocanadas de aire fresco tan sólo por la figura deseada.
Mientras tanto, en otras partes del mundo, se utilizaban métodos ingeniosos como ligaduras y ataduras para mantener todo en su lugar. era una danza de sujeción, casi un arte de malabarismo, para mantener el busto bajo control.
El nacimiento del sujetador moderno
Con más de 102 años de historia, la pieza femenina por excelencia fue patentada en 1914 por Mary Phelps Jacob en Nueva York. Aunque la invención del sostén se le atribuye a más de una persona, fue ella a la que se le iluminó la bombillita en la cabeza.
La idea llegó cuando la joven Jacob quería lucir un vestido con la espalda al aire, pero el corsé se veía. De esta forma, con dos pañuelos de seda y unas cintas confeccionó un sujetador a medida para realzar el busto y que no se notara nada debajo del vestido.
Mary Phelp Jacob tuvo mucho éxito con su invento entre sus allegadas. Después de patentarlo, decidió abrir un negocio para venderlo pero el proyecto no resultó muy rentable. Luego Warner Broth Corset Company le ofreció 1.500 dólares por su patente, que ella aceptó encantada. Treinta años más tardes la compañía facturó más de 15 millones de dólares vendiendo sujetadores.
Llegó entonces el tiempo de la Gran Guerra, y la industria de la moda se vio desafiada a adaptarse a las nuevas necesidades. A causa de la Primera Guerra Mundial se desterraron los corsés definitivamente. El metal destinado a su fabricación se empezó a utilizar para el material de guerra. Por su parte, las mujeres vieron la necesidad de llevar una prenda interior mucho más cómoda. Por tanto, la moda a partir de entonces y durante la década de los años 20 estuvo protagonizada por bustos pequeños a causa de los sencillos sujetadores se protenció mucho el estilo ‘gaçonne’ de la época.
Fue en 1930 cuando esta pieza adquirió más protagonismo que nunca. Fue la modista Ida Rosenthal quien creó la primera clasificación de tallas y copas. Las tallas estaban basadas en el tamaño del busto y en la edad. De esta forma, los sujetadores dejaron de ser talla única y empezaron a adaptarse a todas las mujeres.
Llegamos a la icónica imagen de Marilyn Monroe, donde su ajustado vestido blanco ondea al viento en “The Seven Year Itch”. Este momento cinematográfico no solo grabó una imagen perdurable en la mente del público, sino que también eternizó la idea del sujetador como una pieza sensual y atractiva. Se convirtió en un símbolo de feminidad y seducción en la cultura popular.
Evolución y revolución
En los años 40 y 50 se pusieron de moda los sujetadores con copas muy picudas. Estilo que imitó Jean Paul Gaultier en años posteriores. También fue con el que pudimos ver a Madonna años más tarde en varios conciertos.
Durante los años 60 y 70, en medio del vibrante movimiento feminista, las mujeres alzaron la voz contra la opresión y el encasillamiento de roles de género. En un acto simbólico y provocador, se llevó a cabo la famosa quema de sujetadores en plazas públicas como una protesta radical contra lo que consideraban la objetivación femenina.
Esta manifestación también representaba la búsqueda de libertad y la resistencia a los roles de género tradicionales. Fue un punto de inflexión en la historia feminista, marcando una época de desafío a las normas establecidas y un llamado a la liberación de las mujeres de los estereotipos sociales.
Aunque se habló mucho sobre el posible declive del uso y la desaparición de la prenda, con el paso del tiempo se evidenció que su uso persistió. Sin embargo, este acto de protesta dejó una huella indeleble en la historia del movimiento feminista y contribuyó a la discusión sobre la liberación y la igualdad de género, demostrando la fuerza simbólica y el impacto cultural que una simple prenda de ropa interior puede tener en la sociedad.
Tendencias y futuro de la moda íntima
Los avances tecnológicos han revolucionado la fabricación de sujetadores, introduciendo materiales más transpirables, flexibles y de soporte. Los materiales como el nylon, el spandex y otros tejidos de alto rendimiento ofrecen una mayor elasticidad, durabilidad y capacidad de absorción del sudor, proporcionando una sensación fresca y seca durante todo el día.
La tecnología de tejido sin costuras ha supuesto una verdadera revolución en el mundo del sujetador. Estos sujetadores se diseñan utilizando tecnología de tejido circular, lo que significa que se producen sin costuras molestas, evitando marcas incómodas y ofreciendo una sensación suave y cómoda, ideal para usar bajo cualquier prenda ajustada.
LEER MÁS: Sujetadores sin tirantes, ¿cómo elegir el adecuado?
En cuanto al soporte, este ha experimentado una revolución con la introducción de sujetadores que incorporan aros flexibles y ligeros, diseñados ergonómicamente para proporcionar un soporte óptimo sin sacrificar la comodidad.
Estas innovaciones han transformado el mundo del sujetador, adaptándose a las necesidades específicas de cada mujer.
Enfoque en la sostenibilidad
La moda sostenible ha llegado también hasta la ropa íntima. La industria está adoptando enfoques más conscientes del medio ambiente, utilizando materiales reciclados, orgánicos y de bajo impacto ambiental. La producción ética y la reducción de residuos se han convertido en prioridades, dando paso a sujetadores más eco-amigables que buscan reducir su huella ambiental.
Inclusión y diversidad
Las marcas están ampliando sus líneas para abarcar una gama más amplia de tallas y formas corporales. Desde sujetadores diseñados para proporcionar un soporte óptimo en diferentes actividades hasta estilos que abrazan la belleza natural y la representación de cuerpos reales, la inclusión es una tendencia que está ganando terreno.
LEER MÁS: Lola, el sujetador de una sola copa para mujeres con una sola teta
Personalización y confort
La personalización está en alza. Las marcas están ofreciendo opciones que permiten a las mujeres personalizar su sujetador para adaptarse a sus preferencias individuales. Desde sistemas de ajuste adaptable hasta modelos con soporte ajustable, la búsqueda del ajuste perfecto y la comodidad está impulsando la innovación en la moda íntima.
A día de hoy podemos encontrar sujetadores para todo tipo de mujer y para todas las necesidades. Existen sujetadores para las que quieren rellenar o disimular el pecho, para sentirse sexys o, simplemente cómodas. Lo importante es sentirse bien y cómoda.
El Attelier Magazine
