Llevar un estilo de vida sano está a la orden al día. Algunos pueden decir que incluso se ha convertido en una moda. Y a esta tendencia hay que sumarle un gran número de movimientos alimenticios, como el vegetarianismo o el veganismo, que cada día recogen más adeptos y que defienen los grandes beneficios personales y medioambientales que consiguen. Encontramos otra, el flexivegetarianismo. ¿Es éste una alternativa saludable? Lo descubrimos.
Qué es el flexivegetarianismo
Aunque su nombre alude a un vegetarianismo flexible, esto no tiene mucho sentido. La mayoría de las personas que se han pasado al charco vegetariano lo han hecho por un convencimiento ético: no hacer daño a los animales ni al medio ambiente, y contribuir a un mundo mejor. No puedes optar por un vegetarianismo flexible, porque no existe tal cosa. En este sentido, o eres vegetariano o no lo eres.
Pero eso no quiere decir que no puedas contribuir a un mundo mejor si comes carne. El flexivegetarianismo es una alternativa saludable para aquellos que quieran encontrar un equilibrio entre su actual modo de alimentación y el vegetarianismo. Y, como se suele decir, los equilibrios siempre son buenos.
Así, formar parte del flexivegetarianismo implica alimentarse, de normal, a base de vegetales y, en ocasiones, de carne y pescado. En inglés, esto se denomina plant based, y se trata de una sencilla manera de acercar el vegetarianismo a la sociedad. Mucho más fácil de seguir, y un modo de mejorar el bienestar del planeta y de las personas.
Muchas veces, organizamos nuestros platos en torno a la carne, cuando debería ser al revés para lograr una alimentación más saludable y completa.
Si no estás interesada en eliminar al 100% el carne y el pescado de tu dieta, o te estás planteando ser vegetariana pero crees que te va a costar erradicar tus hábitos alimenticios de la noche a la mañana, esta opción es un gran puente que puedes aprovechar. Ganarás, de todas formas, unos hábitos más saludables.
Además, es una vía ideal para lograr una nutrición completa, pues, en primer lugar, conseguirás el hierro y demás nutrientes esenciales de la poca carne y pescado que comas (esto es importante, no consumir carne y pescado en exceso). Por otro lado, el gran aporte de vegetales te proporcionarán beneficios antioxidantes, entre otros, así como una menor probabilidad de sufrir diabetes, enfermedades cardiovasculares o cáncer.
No hay alimentos prohibidos, días de la semana controlados o cantidades. La clave es tener, como base, el vegetal. Y, de vez en cuando, optar por carne o pescado. Para que tengas una idea aproximada, podríamos decir que tres cuartos de tu alimentación deberían ser vegetales y, un cuarto, carne y pescado. Por ejemplo, puedes optar por estos últimos alimentos en las reuniones sociales, ya que es complicado encontrar buenas opciones vegetarianas.
El flexivegetarianismo necesita planificación
Como cualquier dieta saludable que se precie, el flexivegetarianismo necesita planificación. Y, para lograrla, lo mejor es acudir a una nutricionista. La dieta vegetariana es mucho más estricta y puede llegar a tener más deficiencias nutricionales, con lo que el flexivegetarianismo tiene más libertad, en este sentido, para conseguir la nutrición necesaria sin recurrir a suplementos. No obstante, en otro artículo sobre la dieta vegetariana, te contamos cuáles son los elementos a tener en cuenta, para que seas consciente a la hora de planificar tus comidas.
¿Cómo pasarse a la dieta flexivegetariana?
Como hemos comentado antes, uno de los grandes atractivos de esta dieta es que permite una transición más sencilla y saludable hacia el vegetarianismo. Por ello, no te será muy difícil comenzar esta nueva etapa.
Si ya has tomado consciencia de que quieres un cambio en tu alimentación, ese ya es un primer gran paso. Después, lo más fácil es comenzar eliminando carne y embutido, seguido del pescado (la opción que más se recomienda tomar en ocasiones puntuales).
La manera más cómoda de llevarlo a cabo es organizando tus comidas y cenas en casa, durante la semana, comiendo solo “verde” y, durante el fin de semana o cuando prefieras ir a un restaurante o pedir comida, optar por platos que contengan carne o pescado. No notarás demasiada dificultad.
Hay una gran cantidad de propuestas de platos sin carne que crearán una fiesta con tus papilas gustativas. De verdad, hay platos riquísimos. A veces nos sorprende que algo sin carne pueda estar tan delicioso, pero es porque tenemos un concepto equivocado de lo que es necesario y lo que no.
Ojo con los productos vegetarianos de los supermercados
Con la viralidad de las dietas vegetarianas o veganas, los supermercados han sacado al mercado una gran cantidad de productos sin carne. No obstante, la calidad de muchos de ellos deja mucho que desear. Fíjate siempre en el etiquetado, para saber lo que hay realmente detrás. Por otro lado, los productos frescos siempre son mucho mejores. Apuesta por ellos y no tendrás problemas.
Finalmente, el flexivegetarianismo es una alternativa saludable para cualquier persona, siempre que se organicen bien las comidas y no se opten por productos “fáciles” y saturados, o no se tengan en cuenta las posibles deficiencias. Aunque algunos vegetarianos y veganos juzguen este estilo de vida por no ser “suficiente”, ciertamente es mucho mejor que existan dos personas flexivegetarianas que dos que coman carne constantemente.
Cada vez somos más conscientes de lo que comemos e intentamos cuidar el medio ambiente dentro de nuestras posibilidades. La dieta flexivegetariana es sólo un ejemplo de hacia dónde nos están llevando nuestras preocupaciones y nuestros objetivos. Es, sin duda alguna, un camino positivo.
El Attelier Magazine
