Nace T-Neutral, la primera plataforma que permite a los productores textiles medir, reducir y compensar su Huella Textil. ¿Su objetivo? Un cambio positivo y la transformación de la industria hacía una más transparente y responsable en su cadena de valor.
En un panorama textil que se rige por unos patrones marcados por el fast fashion por la producción abusiva de colecciones, por la compra compulsiva y por la pérdida de trazabilidad en los procesos de producción, es difícil señalar con el dedo al principal culpable del desperdicio textil que contamina nuestros ecosistemas.
T-Neutral en busca de la moda sostenible
Ahora bien, algunos de los principales problemas vienen de la mano de las marcas de ropa y de la dificultad de seguir la trazabilidad de sus prendas. El proceso de fabricación es un proceso largo y complicado que muchas marcas no están dispuestas a asumir. A esto se le suma que muchas de estas marcas a parte de despreocuparse de este proceso de fabricación, se decantan por la opción de tener sus puntos de fabricación deslocalizados para producir con menos costes y ofreciendo a sus trabajadores sueldos precarios, consiguiendo a su vez, vender sus prendas a unos precios más bajos y competitivos.
Pero esto trae consigo una consecuencia directa y es que, tener tantos proveedores hace perder el rastro de los procesos de fabricación y, por defecto, del control de las materias primas que han utilizado. Unas materias primas que se definen como sostenibles y que se reflejan en las etiquetas de las prendas que compramos, pero que nadie nos ha asegurado que así lo sean. A esto lo llamaríamos greenwashing y se conoce como una estrategia de marketing a la que recurren las marcas fast fashion para presentar sus prendas como más respetuosas con el medioambiente de lo que realmente son.
Sin embargo, el problema que salpica a las marcas slow fashion, es que, a pesar de sus esfuerzos por adoptar prácticas más sostenibles, se siguen encontrando con el desperdició textil generado, a diferencia de las marcas fast fashion, por sus consumidores y no por ellas. Cuando sus prendas salen de sus almacenes porque han sido compradas, pierden el rastro de su ciclo de vida y, por defecto, el control sobre ellas. Seguramente la mayoría acaban desechadas en un vertedero y serán pocas las que lo hagan en un punto de reciclaje.
Aún así, la incorporación de prácticas sostenibles como los armarios cápsulas, colecciones con un número de prendas limitadas que se pueden combinar entre sí consiguiendo más de un look; la moda on-demand, un proceso de producción en el que no se produce por adelantado, sino que se produce en tiempo real y a medida que las clientas hacen sus pedidos; las colecciones timeless, prendas atemporales y versátiles que siempre serán un básico de fondo de armario; o incluso, contar con su propio atelier, en el que saben a ciencia cierta con qué materias orgánicas se producen sus prendas, no están de más y han ayudado a reducir la Huella Textil.
Aún así, aún queda mucho que hacer y es en este punto cuando entra T-Neutral para combatir un problema cíclico generado entre todos y bajo el lema de que nuestra ropa tiene que dejar de ser un residuo. La plataforma va dirigida a los productores textiles de las marcas, en especial a las que recurren a la moda rápida, para que puedan tener una trazabilidad exacta del textil involucrado en su operativa de manera que puedan medir, reducir y compensar su Huella Textil. De esta forma podrán trazar el textil resultante de la actividad del productor, incorporar prácticas de reducción que avancen hacia la circularidad y compensar su huella textil a través de la acción de responsabilizarse del textil fugado a través de iniciativas en primera línea de la gestión de residuos. Y aunque T-Neutral trate de paliar el problema desde la raíz, no debemos obviar la importancia de la figura que ejerce el consumidor responsable y concienciado, ya que es el último en controlar la vida de las prendas y decide qué hacer con ellas.
Y así es como crearemos entre todos y, de principio a fin, una industria transparente con etiquetas veraces que acabarán con el greenwashing y, que, al mismo tiempo, intentará generar el desecho cero o zero west a través de colecciones acotadas y atemporales.
En definitiva, obtendremos una moda económicamente viable, ecológicamente sostenible y socialmente justa.
Por Estrella Ortiz
El Attelier Magazine
