No importa que seamos fans de los jerséis de punto, los pantalones boho o los botines moteros, el “brilli brilli” siempre tiene un espacio reservado en nuestro corazón. Aunque asociemos las lentejuelas, incrustaciones y destellos a las noches de fiesta, no es necesario quedarse despierta hasta altas horas de la noche para incorporar la tendencia joya a nuestros estilismos.
El estilo brillante también tiene hueco para nuestro día a día, combinado con básicos, colores suaves o con diferentes texturas, que restan carácter y potencia al efecto convirtiéndolo en nuestros aliados haya donde vayamos.
Lo emocionante de la tendencia joya, también conocida como glitter, es su capacidad para adaptarse a una amplia variedad de estilos. Desde el maximalismo extravagante hasta la sencillez elegante, el glitter se ha convertido en una forma de expresión personal. En las calles, y ya durante cualquier época del año, es común ver destellos de glitter en todo, desde zapatillas deportivas hasta abrigos de invierno, mostrando la versatilidad de esta tendencia destellante.
Cómo llevar la tendencia joya como una profesional
Desde prendas de vestir hasta accesorios, la tendencia joya no solo representa un destello visual, sino también una afirmación de la individualidad y la celebración del brillo personal. Las jornadas intensivas de estudio y trabajo vuelven a ser, más que nunca, nuestra rutina diaria. Los conjuntos de punto se han convertido en uno de esos básicos todoterreno que nos hacen la vida un poquito más fácil. Aptos para la universidad, la biblioteca, las salidas diurnas y hasta alguna comida familiar. No obstante, su apariencia está condicionada por la simplicidad del tejido y su semblante cómodo. ¿O tal vez no? Acompáñalos de un bolso joya que complemente el estilismo y unas buenas gafas de sol. Adiós al efecto chándal.
Jeans, vaqueros, tejanos, da igual cómo los llames, seguro que tienes más de uno (y de dos) en el armario. Probablemente tu combinación ganadora se base en esta multifuncional prenda mezclada con una camiseta o jersey básico. Nunca falla y nunca se ve repetido. Pero tampoco sorprende. Echa mano a los complementos y cambia por completo tu outfit con unos cuantos toques de luz.
Recuerda que un armario sostenible en el tiempo es aquel que cuenta con piezas básicas, atemporales y algún que otro caprichito único. Para cuando quieras invertir en una prenda con personalidad propia, este top de Paloma Wool es el indicado. ¿Te resulta un poco excesivo? Combínalo con una blazer negra que deje entrever los destellos azulados y disfruta de la vida al más puro estilo dress for success.
No tengas miedo a incorporar la tendencia joya en tu día a día. No se trata de parecer un árbol de Navidad, de acuerdo, pero te aseguramos que estos pequeños toques harán que dejes a un lado el aburrimiento y te atrevas a experimentar más con todo lo que tienes en el armario.
El origen del “brilli brilli”
Su origen se remonta a los 2000 y cuya pionera no podía ser otra que Madonna, su primera aparición a principios de la década con un estilo country revestida de brillos de la cabeza a los pies. Y es que nadie arriesgaba como ella con las tendencias más arriesgadas y ligadas a la cultura hip hop; incorporó los grillz, unos “retenedores” cubiertos de diamantes en sus shows. Y esta moda no ha parado de volver, de su mano.
Durante esta década llegó el terciopelo, las lentejuelas, vaqueros de tiro muy bajo, y los labios repletos de gloss. El brillo había llegado para quedarse. Cuando pensamos en brillo, Paris Hilton es la reina. Durante los 2000 todos sus estilismos estaban protagonizados por la exuberancia, ornamentos y luz; desde los famosos chándales de Juicy Couture con brillos hasta el icónico vestido de malla plateado que se ha recreado hasta la saciedad.
¿Y ahora? Sabemos que su origen se remonta a los 2000, pero en la actualidad no paramos de ver prendas repletas de estas tendencias. Se podría rebautizar como Y2K, es decir la nostalgia por rescatar la estética más emblemática de los 2000. Es una realidad que año tras año vemos las pasarelas repletas de lentejuelas y brillos, siendo también en el street style una de las tendencias más repetidas.
La diferencia es que, en los la época de los 2000 los brillos se vestían con más inocencia, y en la actualidad se utilizan con más complejidad y se asocian a la sensualidad superponiéndolo a prendas básicas, o con aplicaciones en zonas estratégicas; mallas, cuerpos de red, vestidos transparentes. La esencia del brillo no es otra que hacernos brillar como una estrella, incluso esta tendencia ha traspasado el mundo del maquillaje, el glow ha llegado para mucho tiempo… o eso esperamos.
Y es que esta tendencia no solo se limita a la ropa. El brilli-brilli ha encontrado un hogar en el mundo del maquillaje. Sombras brillantes, delineadores plateados y lápices labiales con purpurina son elementos clave para aquellas que desean incorporar un toque de glamour a su rutina diaria. Esta tendencia ha transformado la forma en que vemos el maquillaje, convirtiéndolo en una forma de arte brillante.
McBling como secuela del Y2K
¿Qué es el Mcbling? Un nuevo episodio emergente o secuela del efecto Y2K, comprendido entre finales de los 90 y principios de los 2000. El estilo de esa tendencia se centraba en el brillo glam; ropa, joyas y accesorios.
Algunos cambios que supuso está tendencia fueron el acortamiento de la falda, utilización de terciopelo y la aparición del streetwear en escenarios descontextualizados como la alfombra roja. Las camisetas gráficas tuvieron su máximo auge con eslóganes como “don’t be jealous”. La versión postmoderna del McBling se caracteriza por la excentricidad y la ostentación. Y la podemos ver plasmada en las numerosas recreaciones de piezas archivo de los años 2000.
Sostenibilidad brillante: glitter eco-friendly
A medida que la conciencia ambiental se convierte en una prioridad, los diseñadores también están introduciendo opciones de glitter más sostenibles. Las prendas trabajadas con glitters biodegradables y libres de plástico están ganando popularidad, ofreciendo una alternativa que te hará brillar y que a su vez no compromete el planeta.
Y es que la tendencia glitter no es simplemente un capricho pasajero; es una forma de expresión que nos recuerda que la moda es un medio para expresar la individualidad y la creatividad. Ya sea que te guste brillar a tope o seas más discreta y prefieras solo dar un toque con algún complemento a tu look, esta tendencia se adapta a tu estilo para que brilles como te mereces.
El Attelier Magazine