En El Attelier no paramos de viajar. Hoy te mostramos una ciudad pequeña pero con mucho encanto que debes apuntar en tu lista de “lugares pendientes a los que ir”. Se trata de Praga, la capital de la República Checa.
Una ciudad con mucha historia, romántica, que transporta a un cuento de princesas, caballeros y brujas. Es uno de los destinos preferidos para la típica escapada de fin de semana o de puente ya que es posible visitarla en unos tres días por lo que también puede ser un viaje bastante económico si tenemos en cuenta que solo serán una o dos noches de hotel.
De Praga no te puedes perder el ambiente bohemio de sus calles empedradas, la luz que choca con la línea de los edificios, la mezcla de iglesias tanto de estilo gótico como barroco con los jardines de tipo renacentista…
Catedral de San VitoAlgo que sin duda no puedes perderte porque disfrutarás mucho, es el paso por el Puente Carlos y como no es lo mismo decirlo que verlo, te dejamos una foto al amanecer para que tú misma valores lo bello y romántico que es:
Vistas hacie el castillo y el barrio de Mala Strana desde el puente CarlosOtro de los encantos y puntos de interés de esta ciudad es el Barrio Judío, donde puedes visitar la sinagoga o el cementerio.
Si te diriges hacia el norte desde el Barrio Judío, llegarás al Letna Park donde podrás disfrutar la panorámica de todos los puentes que cruzan el río Moldava. Además, Praga tiene unos hermosos jardines, tanto si hace sol como si están nevados, por los que pasear para hacer fotografías o alejarse un rato del bullicio de la ciudad y relajarse.
Vistas desde el Letna ParkUno de los sitios preferidos por los praguenses para contemplar las vistas de su bella ciudad es el mirador o el monte Petrín. Desde allí se divisan puentes, torres e iglesias pero muchas personas prefieren quedarse unos metros más abajo del mirador, donde hay un amplio espacio de zonas verdes ideales para tomar una cerveza en alguna de las tabernas, descansar, leer o tomar el sol.
En el mirador puedes descubrir un trozo de París ya que está inspirado en la conocidísima Torre Eiffel.
En una ciudad llena de encanto como Praga no pueden faltar los cafés con encanto. Uno de los más famosos es el Café Louvre (C/ Narodní), que fue transitado en su época por celebridades como Einstein o Kafka. En su interior hay varias salas entre las que elegir: restaurante, sala de billar, terraza, cafetería y pequeños salones para tomar pasteles o leer el periódico.
Los platos tradicionales de Praga son el jamón de Praga, el cerdo asado con chucrut y el famoso Goulash en pan, que es un guiso caldoso con carne de vaca.
Si bien Praga es una ciudad antigua llena de historia, por contrapunto también es moderna. Ejemplo de ello es el protagonismo que han ido adquiriendo los museos de arte moderno como el museo Kampa, el museo Amoya de Arte Joven o el Centro de Arte Contemporáneo DOX.
¿Qué llevar en mi maleta a Praga?
Dependiendo de la época del año en la que vayas deberás llevar ropa de abrigo o no pero siempre tiene que prevalecer la comodidad a la hora de decidir qué ropa metes en la maleta. Tus pies agradecerán que lleves las zapatillas más cómodas que tengas ya que pasarás todo el día caminando de un extremo de la ciudad a otro. Por eso, el estilo sporty chic será el mejor aliado en tu visita a Praga.
Otro punto importante para ir cómoda es no cargar demasiado el bolso o la mochila. Guarda en ellos solo lo imprescindible: cámara, móvil, dinero… Lleva una chaqueta ligera en el caso de que no haga demasiado frío como un trench, un perfecto de cuero o una chaqueta vaquera.
Como ves, hay muchas cosas que hacer y que ver en Praga. ¿Te la vas a perder?
El Attelier Magazine